en la fortaleza auian quedado. Con esto les dieron
muy grandes y rezios combates para matallos y
derribar la fortaleza, y los nuestros se deffendie–
ron valerosam·ente dellos; en fin como españoles
ynuenciqles y animosos no se dexaron vencer
aunque dias y noches les dauan muchos recuen–
tros y asaltos,
y
assi mataron muchÓs yndios;.
tambien procuraron del'ribar y q·uemar la seña l
de la Sancta cruz que Colon puso,
y
comen~a
ron a cortalla
y
no hizieron en ella ninguna
mella,
y
le pussieron fu ego ; tampoco se pudo
quemar. Y al fin, la quissi eron d erribar,
y
ca–
uaron. la
fü~rra
donde estaua hincada y con muy
rezias cuerdas de bexucos tiraron della ; no la
pudieron mouer múchos millares de yndios qu e
se ajuntaron para el efecto,
y
assi la dexaron .
Esta sancta vera cruz es la que llaman Palo de la
Vega, y dizen que el día de oy esta en la ysla de
Sancto Domingo, y que quitando con deuocion
u!\ poco della, o cortando mucha madera, paresce
que no le han cortado cosa alguna, y que siempre
esta entera y verde. Iten, dizen mas, que el palo
della ha sanado a · muchos enfermos acallentura–
dos, coxas, ciegos, y que a resuscitado alguno s.
muertos, poniendola en_cima dellos, por todo lo
quál sea bendito, alabado, glorificado y ensalr,¡a–
do el sanctissimo nombre de Dios por siempre
jamas, amen. Vuelto Colon a la ysla truxo consi–
go a su hermano Bartholome Colon consigo, con.
otros muchos hombres de bien, y llegado a ella