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soldados de los g,ue se auian de lleuar," al effecto,
y
que nombrandolos ellos, los_ ternia el por
t~les
capitanes en nombre de Su Magestad;
y
que en–
tre
lo~
que auian de yr al dicho socorro, fuesse
Diego Garcia de Paredes por Capitan Gen.eral,
para que hiziesse todo lo que
conuini~sse
al bien
y prouecho de aquellos dos pueblos maritimos,
y
assi le dio la conduta del generalato. Esto le pa·
resc;jo .al Presidente hazer en su secreto pecho,
con Diego Garcia de Paredes, para que no sola–
mente ayudandosse del en aquel hecho que de
presente se le offrescia, comern;;asse a tomar amor
y buena voluntad a las cosas que conuenian al
seruicio de Su Magestad, y aun tambien se escus–
saria de lo lleuar consigo, hasta en tanto que las
cosas del Peru estuuiessen pacificas y ·concordes
o 5on menos peligro; porque auiendo estas Go.sas
de por- medio, no auia despues de que
re~elarsse
del, ni de los <lemas malyntenciados que con el
,auian venido de España. Platicadas estas cosas
con los parientes de Diego
Garci~
de Paredes, las
que hazian al casso para el dicho socorro en lo ·
qe Cartagena y Sancta Martha, lo aceptaron con
buen amor , paresciendoles que ya le honrraua y
le daua en que se ocupasse al seru!cio de Su -Ma–
gestad. Y que despues de hecha la )o.rnada con–
tra los franceses cosarios, que el dicho :piego Gar·
cía de Paredes y los <lemas que yuan con el, le
podrian despues seguir y pasarsse a los reynos
del Peru, o quedarsse por aÍla, como bien visto les