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manes de gran pesar. Hecha esta presa se anduuie–
ron los xpianos por la pl ac;a, que cada
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dellos
lleuaua de trayla su moro , y de aUi se fu eron a
casa de Don Antonio de Ribera , que esta en vna
esquina de la pla<;:a, y presentar'on l,5>s cagtiuos a
Doña Francisca Pic;ar ro, hiJ a del Marques Pi <;:arro,
9 ue estaua pues ta a vna ventana mirando
eC
jue–
go, la qual los r escebio. E l r ey moro . teni a sobre
ia cabe<;:a vna corona de r ey, que era de papel
dorado, la qual se la qu ito y la entrego a Doña
·F rancisca Pic;arro y se la puso en su cabec;a con
mucho aca tami ento, y ella le hecho vna .cadena
de oro fino que se truxo de la pro uincia de Chile,
que los yndios la hizieron alla de vaziadizo, la
qu al estaua muy bien hecha, y
vi endos~
el moro
encadenado hizo muchos e.str.emos y ademanes
pela;1dose las bar bas y derrenegando de Maho–
ma. Quer er confar particularment e tod as las cosas ·
que hi zieron los vnos y los otros a l entrar de la
plac;a
y
des que se acabaron las cañas, seria gr an
prolixidad; baste dezir que fueron buenas, porque
bien uvo que ver y que notar , y si los mayordo–
mo~
no nos engañan, despues que la comida y be·
uida y lo que Gonc;alo Pic;arr o dio a los del juego de
cañas y lo que el embio de pr esentes a las mug-e–
r es de los combidados, costo mas de quar enta rnill
dyca<!_os
d~{:_en
oro
p ~1:que
fu e todo
~ s-~sta .
Estas fi estas y otras que se hizieron en la cibdad
se turbaron porque llegó vn hombre en este come–
dio
á
la ci bdad de Lima, que venia del puerto de
T umbez , y dio por nueua a Gonc;alo Pic;arro de
como el Visorre estaua suelto de la prision en
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