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de. poco animo y de coua rdi a. Aunque los enemi –
g os sean mas que no otros, muchos e:xe rcitos han
s ido venc idos con pocos hombr e.
y
aun muy poqui–
tos;
y
con esto no digo mas sino qu e cad:i vno haga
lo qu e deue a homb1' e de bie n, y mir por s u hon .
tTa y fama, q-ue vale ma que todo lo qu e ay e n el
mundo.
Y
para qu e con mayor y prompta vo lun–
tad hagais vuestro deber, yo o. prome to de g r a ti–
fi car y satisfazer vues tro. lea les hec ho , de todo
el bien que tene is me1·escido, para que lo goze i
c~n
desean o y e n quietud , pue lo aue is trabaxa–
do con vue tras per ona , ga ta nclo
n1c
tnts ha–
zie ndas
y
p n ie ndoo e n g r andes pe ligro
y
affr en –
ta con muchos affane . Por tanto no o qui r o
clezir mas n i enca re cero otr a cosa, sin0 que digo
qu e la cau a e de Dios
(1),
y la ju. ticia de u Ma–
ge. tad, y de vosotro era la honna
y
la fama,
co n ati ffacion de g r a nde. premio., honor es y
.aprouec hamiento .
L
Dado fin e l i orrey a u platica, paresci e ndol c
qu e lo animo de lo capita ne
y
olclado. es tauan
di puestos
r
pre to para pelear, le mando qu e
""'
con g rande animo y e. fuen;o camina sen hazia
donde los contr a rio e tau a n, diziendoJe que el
que con drtud y ani mo acome tie se a los enemi–
go , con e e mi mo Yence[ríaJ. T odo lo qual los
capita ne y buenos oldados hizieron de buena gana
y \' Oluntad porque a de · eauan concluy r este tan
trabaxo o negocio, por acaba r de pas. ar tantos
trnbaxo y fa tigas con mucho peli o·ro como auian
{1)
Ms.
111
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de
/ ~íos,
In
causa es
de Dio.1, In
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es de Di11s.