367
¿quien pued e dud a1- que es tos ta les no veng-a n a
pagar a la d iu ina y huma na justicia en es ta pre–
sente vida lo que deuen, pues se hizief'on cul pados
por tiranias , amb iciones, cruelcfades y monipo–
dios y po i· otr os mu chos y g r andes y a trozes de–
lictos que ma liciosament e ha n come ti do? Y assi
teng o para mi creydo que por estas causas y r a–
zones ser an mas couardes
y
tib ios en la ba ta–
lla, quanto mas liuianamente y con menos cau–
sa y ocasion se a l<;a ron con la t ierra pr etendi endo
eximirse de la obedi encia y fidelidad qu e deuen al
r ey; de manera que sus mismas conciencias los
acusan y es ta n temer osos de nosotros que los veni –
mos a cas tigar. Y por esto y por lo qu e toca al
seruici o de Su Mages tad tengo de liberado de no
ala r gar mas tiempo es ta bata lla contr a estos tr ay–
dores y fementidos, y por tanto yo os ru ego y amo·
nesto , cauall eros muy esfor<;ados, que cada uno de
voso tros tenga en la m emoria el d'ia de oy el buen
animo y esfu er <;o que siempre aueis mos tr ado en
dall a a l enemi go. P orqu e en este di a , medi ante
Dios, da r emos _fin
y
rema te a la soberui a y desver–
g uen<;:a destos tiranos, y a nosotros se nos acaba–
ran los traba jos
y
fatigas que has ta agora hemos
tenido para dar princ ipio y comi enc;o a l bien nos
esta esperando. Y porque se c iertamente que lo
hareis como esfon;:ados caua ller os y que pelear e is
v alientemente, como de voso.tros se esper a, no di–
g o mas en este casso, sino que enti endo que ven–
cer eis a vuestros enemi gos y que dell os no per mi –
tireis se r vencidos, qu e es la cosa mas vi l que
hombres gene r osos pueden hazer , porque procede