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su hermano, senti a muy de corac;on grandissimo
dolor y p esar, como el piadoso lec tor lo podra con–
siderar.
[AJ
los capitanes y caualleros que estauan
con e l a la contina les peso en gran manera de la
prision del G eneral Juan Velasquez Vela Nuñez y
de sus soldados, que era cosa estraña, porque tu·
uieron creydo que luego los matarian a todos
los
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crueles tiranos por dai-
mayo1~
pesar a l yn·
clito Visorrey. Y por esto
andau~n
muy tristes y
pensatiuos, y entendi endo esto el Visorrey, es tan–
do vn dia en la plac;a a cauallo, e n donde se ha lla–
ron us ca pitanes y muchos soldados, por les qui–
tár la tri s teza y p esadumbre qu e tení an en la fa n–
ta ia hab lo con serenidad y bu en sembl ante en
esta form a y maner a, como si no tuuiera ningun
pesar ni dolor.
Señores y compañeros mios : conoscido tengo la
muc ha p ena que todos aureis rescebido con la
triste nueua que tenemos de la pdsion de Ju an Ve–
lasquez V ela
N
ufíez, assi.por ser m i.hermano como
poi· auer sido vu estro Capitan gener a l y a migo d e
todos . Yo os ruego por e l amor g rande que m e te –
n eis, que por e llo no esteis tris tes , ni os de pena
alguna, que si e l es ta preso es por a uer seru ido
lea lmente a Su Magesta d. Y s i los tiranos le uvie –
r en cortado la cabec;a, por cierto que el acabo su
vida co rno buen cauallero siruiendo a Dios nues–
tro Señor y a Su Mages tad, como e ra obligado.
Ruegoos mucho que no pensei mas en e llo, por–
que es cosa natura l la muerte, que a l cabo y a la
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'/\l s. j orlos.