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nes le b allasse. R ezelandose aun tod av ia el cosario
que podri a auer a lg una nouedad y controuersia en
la prision de Juan de Olmos, embio a s u alguazil
mayor, Francisco Miguel, con mas gente, para que
diesse priesa a todos para que se vini essen luego, o
supiesse a que causa se detení an tanto. Yendo,
pues, el a lguaz il a l pueblo, que son siete leguas ,
encontro a medio camino a Francisco de Olmos,
hermano de Juan de Olmos, y a Gomez Des tacio,
vezino del Guayaquil , y A lua ro de Carauajal ,
Maestro de campo del capitan Juan de Olmos, con
otros algunos, que y uan todos juntos a los nauios .
A los qua les pregunto el alg uazi l por Juan de Ho–
jeda; respondie ronle que venia atr as con el capi–
tan Juan de Olmos, y assi Fr:rnci co Miguel passo
a delan te con el mandado que lleuau a . Y no s iendo
bien apar tado el dicho a lg nazil, de te rminaron los
tres capitanes de no passar mas adelante, sino bol–
ue r se por e l camino que au ian tr.aydo, y atar las
manos a Francisco Miguel y prender al ca pitan
Ju an de Hojeda, con pres upues to de yrse todos
a la cibdad de Quito a seruir a Su Magestad y al
\'.isorrey, que ann no sabían que estuuiesse en la
villa de Sa nt Miguel. Con esta deter[l1inacion se
bolui e ron luego los tres capitane
y lo (1) demas,
y alcan <;aron a l a lgqazil y lidi a ndo con el le die–
ron de pa los y le quitaron la cota y e l arcabuz
y Ja espada y le quebraron Ja vara y lo Heuaron
atado a l pu eblo , donde toda vía es taua Juan de
Hoj eda , al qua l prendieron y desarmaron y a los
(1) hls.
n los.