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los quale acudirian luego en u (abor. \ ' isto
y
entendido po r lo mouedores cl cs te trato como
Juan ele ::.Iarmolejo no queria cr partic ipante
enestel1egoc io, e Jo r equiri eron mu chas
y
mu–
chas yeze. ympo rtun a ndole de parte de Dios
y
de
Su fage tad que quita e la ,·ida a Hernanclo Ba–
chicao, pue. podia, y que no a uia en toda la cib·
dad quie n lo hiz iesse mejor que el por e l bu en a·pa·
r ejo que ten ia ele soldad os
y
el e dineros. Con
todo esto no lo quiso hazer , antes dixo que el e
holgaria que lo hi ziessen ellos, y que despues de
hecho que el les ayudar ía con s u pe rsona
y
biene ;
mas que ha lla rsse en su muerte, qu e no lo haria ,
porque le deuia mucho;
y
con esto se aparto
cl~llo
con g ran clisimulacion
y
luego.lofue a c.l cz ir a Ba–
chicao como cie rtos hombres ele s u exercito le quc–
ri a n matar,
:r
le di.X.o quienes eran. E l cosari o,
quando lo supo fu e muy grande el enojo
y
pas ion
que r e. cibio,
y
l uego mando con gi·a n fu ri a
y
bra–
ucza toca r a l a rma
y
prender a lo · mou edo r es del
negocio,
y
despues ele preso. les preg unto si e ra
verdad la conjuracion que hazian contra su per–
sona
y
v ida. Ellos, sin temor dixer on qu e s i er a
verdad, y el sin aguardar mas clilacion !_n a nclo ciar
o·a n ::_ote a Bartholorn e Perez, A nton Fe rn a ndez
y
a Francisco Caxero; este fo c el hombre que se
huyo de casa el e Cepeda
y
dio el a ni so a l V isorrey
de como los Oydores le qu eri'l.n prender, como
a tras queda dicha. Assi mis n1 o mando lu ego arras ·
trar su s vanderas por mas cleshonrr a ll os, y les
'
mando poner a los pies sendos r etul os que clez ian :
p or mnotinadores
y
traydores,·
y
es tas muertes