178
que tenian, y a polirsse muy bien para que fues–
sen vistos y señalados, y assi vinieron a la pla<;a
con muy gentil y buena hordenarn;a,
y
el Visorrey
con los Oydores estauan puestos en
V!lOS
corredo–
res ue caen a la pla<;a, para los ver .entrar. Assi-
-
-
-
-
mismo estauan c·on él el obispo Don fray
G~ronimo
de Loaysa, y el reg·ente, fray Tho'mas de Sant
Martin, con algunos clerigos, e el los auia em–
biado a llamar para que viniessen a ver la reseña
y alarde que se auia de hazer. Tambien estauan
con el muchos caualleros de valia que no salieron
a la reseña por le tener compañia, aunque estaua ..
rodeado de muchos alabarderos con
~ l
capitan de
hl
gua.rda, que era Juan Velasquei Vela
~uñez
el mo<;C?, que era su sobrin?, mancebo de veinte y
cinco años; que como quitaron el cargo a Diego
de Vrbina lo dieron a
~ste
muy noble mancebo.
El primero que entró por la pla<;a fue el capitan
Pablo de Meneses
y
su alferez Pedro de
Her~dia
y sargento Pedro de Aguii-re, vizcayno, con cien-
to y veinte
piquero~,
los quales salieron galana–
mente· vestidos a fuer de soldados praticos, aun–
que entre ellos auia pocas cotas. Tras ·el entro el
capitari Martin de Robles y su alferez Matheo Ra–
mirez, el galan, y su sargento Diego de Baracal–
do con
~ient
piqueros, los quales yuan tambien
galanamente aderes<;ados y vestidos, y pocas co–
tas; los quales hizieron lo mismo que Pablos de
Meneses, que passaron todos por debaxo .dé los co–
rredores haziendo su debido acatamiento al Vi–
sorrey, vajando las banderas con muy gentil gra–
cia hasta el suelo. Luego entro el capitan Diego