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mal, corno adelante diremos, la causa y razon
porque Gon(;alo Pi<;arro no quiso entrar tan pres–
to en esta mala negociac;ion
y
empressa , aunque
era por el bien desseada; hizolo por ver y tantear
y aun conoscer primero clara y abiertamente las
voluntades y las :yntenciones de aquellos que le
yncitauan a que la acometiesse, y assi andaua con
diss.imulacion, diziendo que no queria entreme–
terse en
es.tanegociacion que tan peligrosá era de
I
acabar; por el se puede decir o del refran:
no lo
quiero, no
lo
quiero~
mas hechat¿l,melo en esta ca–
pilla.
Auia muchos leales .seruidores de Su .Ma–
gestad que contraminauan los desigños y proposi-
tos de Gonc;alo Pic;arro, y por esso le aconsejaúan
que no se pusiesse_en aquellas cosas que yntentaua
~cometer,
porq-ue le seria mal contado, que yua
contra su honor y reputacion, queriendo degene–
rar y anichilar todo su linaje. Y que si alguna cosa
acometia, por Ja menor que fuesse, herraria en gran
manera y no lleuaria buen camino como el lo que–
ría lleuar, porque los que le aconsejaua:h y adula–
uaµ lo ha7.ian
po~
su propio ynteres y no por el
prouecho del bien comun; y assi le dixeron otras
cosas de -las quales no hizo mucho casso dellas. En
este corrtedio que toda·s estas cosas passa.uan Itegó
a la cibdad Gaspar Rodríguez de Camporedondo
con mas de sesenta hombres que en el camino
a uia recogido de los que .se auian quedado en la
cibdacl de Sant Juan de Ja
Front~ra,
que es en la
prouincia de Guamanga, los quales se auian que–
dado quando pasó por alli Vaca de Castro ,. que
yu a a la cibdad
~e
Lima. Pues Ileg'ado que uvo,