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· l t:s r.lezia, las
quale~
sentian mucho en las e.ntrafías
y
en el cora<;on,
y
assi las publicauan n .toda
partes, mas no auia quien los. remediasse, sin o
quexarsse al viei:ito,
y
de todo, el Visorrey desqu
lo supo, no e le dio nada.
Ant.esdende a dos dia
quitó los repartimientos de yndios
á
ciertos vez·–
nos
y
los pusso en cabe<;a de Su
~agestad,
dizien -
doles que el
Rey
lo mandaua porque se auian ha–
llado con 'el comendador Hernando Pi<;arro en Ja
batal 1a de las Salí.nas contra Don Diego de Alma–
!>TO
el Viejo,
y
porque auian lleuado demasiados
tributos y maltratado a los yndios de sus enc.o–
miendas. Por estas cosas, creyendo los vezinos
que el Visorrey baria mas cosas de las
hechas.sialli estuuiesse mucho mas tiempo, determinaron
todos
á
vna ) de confformidad de no le yr a uer
mas, ni
á
tenelle palacio como lo solian hazer. Y .
por ótra parte le quiqtron la comida
y
beuida,
porque comían el y sus paniaguados
á
costa de los
vezinos,
y
no
l;lVO
despues quien le diesse vn jarro
.de agua, porque los yndios de seruicio que trayan
13.
comida se fueron al monte por mandado de sus
.amos. Sintiengo esto el Visorrey y viendo que to-
r
dos los vezinos y moradores le auian quitado la
habla
y
la comida, se -;alío desta villa para yrse
á
fa
cibdad de TruxiUo, que está de vna parte
á
otra
.sesenta leguas, tiradas . en el valle que llaman de
Cbimo. .Al tiempo que salia deste pueblo con los
.suyos, algunas mugeres de los vezinos que queda–
uan desposseidos de sus yndios y esclauos, con la
r auia que tenían
y
como vanilocas se pussieron
á
l as ventanas y á .sus puertas y le dieron mucha