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y carreras y calles por donde pas
ó;.
y le metie'ron '
debaxo de vn alio muy rico. Entrando por la vi–
lla fue derechamente lleuado a lo apo ent r a las
asas del capitan Juan Alonso Palomino, porque
ran muy o-randes, las quales se auian aderes<;ado
para u per ona y para sus parieñtes y paniagua–
dos, ecepto el Factor y ·el Contador
y
los 0tros ca–
uallero , que se fueron apóssentar a otras casas.
Despues de auer llegado a esta villa, otro día, por
la manana, embi6 a llamar a los alcaldes hor<:!!.na–
rios y r ;imiento del pueblo, de los quales
y
de
éád'aVñO
dellos se ynforn:ó de las cosas tocantes
a la Real justicia, y de la paz y bien comun, y de
la calidad
y
cantidad de los yndios naturales qué
ania en toda aquella comarca,
y
que tributos dauan
a los encomenderos,
y
que s dezia de su enida.
Yten pregunt quantos esclauos yndios auia en
todo aquel territorio,
y
quien maltrataua a los yn·
dios de u encomienda, y quien auia ido allí Go·
nernador ó Theniente suyo; y assi supo dellos al–
o-unas co a que desseaua saber
y
le quissieron de–
zir. Sabida por el estas cosas, mandó lu go apre–
gonar el poder que traya de su Visorreynado, en
medio de la pla a
y
por las call , y luego las hor–
denarn; a.
y
lo otros recaudos que traya, para que
todo la
·uarda ~sen
y
ct:mp1ie sen como en ellas
e contenia o pena de muerte natural y de tray–
dore ,
y
que les fuessen conffi cados los bienes
para la Cam ara de Su Ma ·estad. Los vezinos
y
morador es que auia sintieron
e
to n ;ran mane–
ra ,
y
dL
eron algunos entre lo Ynos
y
los otros
que aq ue lla hord nan<;, s no se.deuieran de pre-
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