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toda la tierra-. Y que tan soiarhente s_ueria
tom_~!"
residencia
y
estrecha cuenta al Licenciado
Xpo~
ual
~é!ca_de
Castro, porque Su Magestad
lo
man–
da-u; hazer assi, por auer traydo muchos yndios
li–
bres en las minas
d~
oro y plata, en donde se auian
muerto muchos dellos por la vexación y fuer9a
que les auia hecho;
y
con esto se aplacaron vn po
co. Despues qu e el
Visorr~y
uvo estado por veinte ·
días en esta cibdad, y auiendo hecho muchas cosas.
en ella, determinó de yrse
á
los reynos del Peru, · ·
desde donde le auian embiado a llamar ciertos..
s eruidores de Su Magestad ynformandole como
los cibdadanos de toda la ti erra estauan alborota–
dos eon u benida, y por la cosas que hazia, y por
los } r apaciguar, como el dez ia , se dio priesa a,
p a rtirse, y assi Jo dix o a los Oydores. Ellos le su-–
plicaron que los lleuasse consigo para que todos.
fuessen juntos y en buena compañia, y el pusso–
muchas e cu as por no los lleuar y por ue no_}e
fue en a la mano en
lo
que pretendia hazer en el
camino y en -to-da la ti erra del P eru, y assi les dixo–
que e de pacha sen en otro nauio, porque el se·
queria adelantar, y se fuessen lu ego tras él, qU'e
é l
lo yria aguardando por el camino.
Al ti mpo que el Visorrey se qu eri a yr a em–
barcar en vn náuio, le dixo el Oydor P edro Ortiz
d e (:arate, el qual era hombre mu} ancj ano
y~mo, que pue . su señoda yua delante a las prouin–
cias del Peru, in ellos, que mirasse primero muy
a tentamente lo que hazia en aqu ellas tierras, y que·
~
ntrasse en eHas
mans~men t e .
Allende desto, que-
iao executas e tan presto las hordenan9as y nue