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a .ello
y
a l tiemp9 que vi erem'Js se h:irá pJco .a
poco lo que se deue hacer acerca de la5 horden:rn–
<;as,
ó
se dexar án
y
dilat arán para otro tiempo
que mas conuenible sea .
EsL
pare.see r n·_1e3tro,
aunque no s e nos aya pedido, lo hem::>s dicl].o
com~
hombre que desseamos seruir á
v.
s., y por acer–
tar en todo aquello en que pussi eremos la manb,
pues estamos ya en esta tierr:;t;
y
no di o·an de nos–
otros que como ne cios
y
en nada esperimentados
no no supim ) reg-ir ni goaernar en lo qu e: el Rey
nue tro Señor nos tiene manda'fo hazer e1t su ser#
uicio.
E to e lo que dixo el Oydor
<; ~p eda
al Viso–
rrey, al qual re pondio diziendole que todo aquello
que Su Mao·e tad manda[ba] hazer era su seruicio,
pues le mandaua lo hiziesse assi,
y
que· no lo po -
. níendo por obra no haría el deuer, ni cumpliría
con su honrra,
y
que en aquel caso no le habtassen
mas, porqu e le darían disgusto
y
gran
p ~ ~r,
por
quanto nó era en su mano dexar de executar las
hordenanc;as . A llende desto, que el no auia veni–
do a la tierra po r Visor r ey, sino p::>r m=ro
ex~cu
tor } dar horden
y
concierto en toda s las cosas
que estauan turbadas,
y
a r eform:tr las r epublicas,
que e ta uan tod1s dañ:ida
~
p Jdidas
y
arruyn:t ·
da por hombres sob -.. ruios
y
bandoleros;
y
as i
di o otras cosas a e te tono, de lo cual lo Oydo–
r es queda ron muy d -.. contentos porque no l...,s auia
concedido cosa a lo- una de lo que le auian sup lica –
do. En e te comedio fueron a ver al Visorrey el
Obi po Don F ray Pablo de Torres
y
el Gouernador
P edr o de Ca aos que tambien le hablaron sobre