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1
APÉNDlCE DEL PADRE APPA
Pues las obrfls de Las
Oasas1
purga<las de eus
·falsedades
y
exage...
raciones dicen bien
basta
donde llr.ga.ron las sinrazones
crueles de
los conquistadores, ellas
misma·
son
la
mejol' apología: de
ta
e-our
quista. (mx)
CRITICA
Debia
decirlo el R. P.;
de
otra
manera
su
apéndice-
hasta
pudiera deriunoiarse al Santo Oficio. La cosa es tan gra•
ve en
este punto,
que me
obliga
á
declarar,
que
yo
mir()
solo-
á
las palabras
y
prescindo de la intencion que supon–
go
buena en quien las
ha
escrito,
y
aun
la
~ upongo
rectfai–
rna. Al mismo tiempo me pla-0e agregar que, si estuvie–
se mas cerca de
la autoridad
suprema, para
poder
tratar
mas fáci]mente el asunto, qnisáz, me creria obligado
á
hacer la denuncia
q,ue
acabo de insinuar.
E ~tas
palabras
escritas
por
el
P. Cappa, despues
de ha–
br. r hecho
la
apología de,los peores españoles;
y
despues
de
habér criticado
y
combatido
á
quien se
·opuso
á
los–
c1
esmanes de
áquellos
en América,
le
obligaban
á
dectn·
¡Ay
de aqueilos malos
español e s~
autores
de tales desór·
denes
y
abusos!
y
ay
de aquellos vencedores
y
füMtes·
que hacen sufrir injastas estorciones
á
los vencidos
·y
á.
los débiles!
(x.x)Pues, ¿cómo quiere purgar las, obras de La.s
Ga- i
sas
de
sus falsedades
y
exajeraciones,
si
todo su con teni-–
do ha.
quedado espuesto
á
la so. pecha
y
á
la
desconfianu,
y
si su lengu,aje
es un
torrente
de bíZ.i::; qut; nada
perdona?
El único modo de purgarlás es quemándolas, pues el fue–
go purga aún el
pecado. Esto
segun el
Apendrce.
Pero segun los mejores
autores,
~orno
lo hemos visto, ne>
hay
necesidaK'de
purg.ulas,
sino de leerlas con el
espíri–
tu abierto
para Ja verdad,
y
con
el
coraz()n dispuesto pa-·.
ra el
bien, y por hombres no
prevenidos
por
preocupaici~
..
nes contrarias
á
la verdad
y
á
la justicia.
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