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APÉNDIOE bEL
PADRE
OAPPA
.
1
dad
á
Puerto Rico;
(q)
aqni recibió las
C:;i.sas
la
mas
funesta de las
noti
oías. Unos religfosos
domínicos
habían fundado en el puerto
Obirivich~
un monasterio; vivían en la mejor armonía con
loa
indios
y
procu"
rahan reducirlos. .
.
,
Un
tal Alonso
de Ojeda, vecino, de
Cubagna,
armó
un buque;
y
de
cuenta
propia se eQhó al mar
á
a'Pteaar
indios caribes (U.nioos
que
podian
tomarse
)·por ser
tenidos por
antropófagos,
Llegó
a
qhirivichi
y
sin
cuidarse
si
éran
ó
no
de
los
que
permitía
la
ley
apod~rarse,
embarcó cuantos pudo, valiendose para ello de un ·
simulacro de pacfiíoo comercio. .
• I
CRÍTICA
labras lo explican tGdo facilmente, con una cierta natn...
raleza
y
de una manera digna de las personas que toma·
ron parte en el asunto; ·por que hay en el fondo una
gran.deidea moral, aun dado que hubiesen circunstancias
é
ideas secundarias poco dignas de aquellos
person~
..
· jes. Pero el P. Cappa calla lo principal, po:ne en eviden•
cia lo secundario,
y
de esta manera malea las mejores
intenciones,
y
con
sus perlas
y
promesas de dinero,
y
no
sé que otra cosa, no solamente pierde
á
Las
Casas, sino
á
los Consejeros de Su Majestad
y
al mismo Cárlos V; ha–
ciendo
á
todas estas personas juguete
de
promesas que
1
'
•
todo hombre honrado
y
circunspecto rechaza
ó,
á
lo más,
las acepta tan solo por lo que valen, ·
(q)
Aquí
conviene que los lectores fijen bieu
su.
aten·
cion sobre lo que dice el padre Cappa,
y
que todos nos
armemos de mucha paciencia para
tolera1·
lo que
va;mos
1
á
leer. Dice pues
el
padre Cappa:
aq·Mí
recibió
Las
Casas
la
MAS FUNESTA DE LAS NOTICIAS.
Unos religiosos Domíni·
cos
habían
fundado
en el
puerto de Ohirivicí
un
monas~erio;
vivian en
la
mejor armonda con Zos
índi@~
y
procurabarn
reducirlos.
·
· El
padre Cappa supone, pues, aquí en
el
pecho
del P.
Las
Casas
un
corázon tan perverso,
que. haya podido mirar
como
una
cosa
funesta
.el
hecho tan
plausible
que unos
1
.1