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IV
%'• .. .....,
'Cr~í~ica
detalla:da
DEL
APÉNDICE
D.ELPADRE
CAPfiA .
PREFACIO
Las autoridades,
y
ejemplós ilustres que
preced~n,
bastan, me parece, par$ neutralizar en general los sinies–
t
os
efecto~
de la publicacioµ del P. Cappa, con respecto
al
1
P. Las Casas.
·
M'0 queda ahora el deber de hacer el detalle de la de·
f~nsa:
trabajo, qtiizás, mucho mas pesado que el anterior,
pero
taCL
bien mucho mas interesante
y
hasta necesario.
Porque tal es ia táctica ·con que el P. Cappa ataca
á
su
antagonista, qne,
á
mas de la argumentacion
g~ner~l
empleada hasta aqui, pide una defensa detallada por ca-.
da
uno de sus golpes; pues ·el R. Padre es como una de
aquellas moscas, que acometen
y
pican en mil diversas
maneras,
y
es
nec~sario
que
á
cada herida se aplique su
remedio. Ni creai el lector que yo exajero, de propósito
y
por arte, lo malo que se con·tiene en Ja publicaclon que :nos
l
,
ocupa: no, no seré yo el juez en este punto;
los
lectores lean
y
juzguen. Entre tanto fijen, les
ruego,
su atencion en lo
que leen, pues el P. Cappa sabe disimular sus movi–
mientos y hasta cubrir sus golpes por medio de palabras
.lisonjeras para el ·p. Las Casas; pero estas son pocas,
y
siempre
sírv~n
por exordio
á
otras llenas de_ amargura.
de calumnia.
Ex uno disce
mnnes:
Despues de haber di·
cho
lo que .ha ·. querido .acerca del P. Las Casas, casi que·
riendo concluir su discurso, dice asi.
«
Las Casas dejó
«
un recuerdo imperecedero, y su nombre está indisolu–
«
blemente ·ligado al de la América. Tuvo grande ahor–
a:
recimiento
á
la opresion y detestó la injusticia;
f
aé
«
siempre
muy
desinteresado
é
incansable en el trabajo
«
de mejorar la suerte de los indios. - Por tan
~anta
y
«
noble causa sufrió gravísimos disgustos
y
devoró
«
amargos
y
frecuentes sinsabores».
El mismo padre Cappa, que ha escrito las palabras an-