'pafüi,
continuaron haciendo 0bservaiciones, con una fir–
meza inquebTantable, contra .la esclavitud de los iñdios.
«Las
,m-edidalS'
violentas de Alburquerque, que aca–
»baba
de~ ser
encargado
de
todo
lo
·referente
á
Ja
distribu,.
»cion, inflama:ron nuevamente el celo de los Domínicos
clcontra los
repartimientoB,
y
proporcionaron
á
este pue- ·
"blo oprimido un defensor lleno
del
valor, del .talento
y (
1
«de
la
actividad necesarios para defender ' una ;causa tan
«desesperada. Eate hombre celoso fué Bartolomé de
Lafll
,«Casas,
n~tural
de Sev.illa,
y
uno de los eclesiásticoe que
«acompañaron
á
Colon
en
el segundo viaje de los españo–
-«les, ,cuando se
qtti~o
fundar un Establecimiento en)a
Is–
«la Espa:Rola». Desde
el
primer momento había aaoptá–
dp la opinión dominante. entre sus hermanos los
D~míni
cos, que consideraban como una injusticia someter los ,
Indios
á
la serviúum
bre~
y
para mostrar su
sincerida~
y
'su
~onviccion
había renunciado el número de indios
q~e
le eorrespcmdieroit, cuando se distribuyerOI\ entre 1os
con~
qaistadores, y había decla:radd qne llorada siempre ia ·fal-
ta
de
qu'.e
se hab,ía hecho culpable ejercie:ado un momento
sobre
sus
hermanos este impío dominio. pesde entonces
fué el protector declarado de los Jndios,
y
por su
v¡alo~
eh
defenderlos, lo mismo
que
por el res peto
que
inspiraban
su talento
y
carácter, tuvo frecuentemente l_a dicha de con–
t~ner
los excesos de sus compatriotas. Protestó vivamente
contra los manejos de Alburquerque,
Y.
apercibiénd<~se
bien pronto de que el interes del Gobe;rnador le hacía sor-
- do á
to~a
cJ
ase de
súplicas,
no
a
ban<lon6
por
eso.lades–
graiciaaa nación cuya causa
ha.bfa
abrazadú.
{Partió,para España 9on la firme e._eperanza de que abri–
ría
los ojes
y
oonmoivería el coraiJón
de
Fernando,
pin·
tandol,e el cuadro de la opresivn que sufrían sus nuevos
súbditos,
·
,
Obtuvo facílmente una / audiencia ·ael
rey,
cuya salud·
estaba
muy
queb1ral).tada.
Expuso
á
su
consideración
co~
tanta libertad como
elocu~ncia,
los funestos efectos dé los
repartimientos
en el Nuevo Mundo, échandole en cara con
- valar el haber autorizado
éstas
medid:Is impias que ha,..
bían'
caus~do~
la
m1ser~a :~
destrucción
de una
r~za'
de