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Libro
primero
.
-si
su Divina magnificencia
con· ·
mira
qu~nta5
y
·q
uán herrm>sas
ce<liió
en esta
vida
á
todos
Jos cosas
hay en él.
Qu.áo~a
es
la
hombres tantas diferencias de grandeza de los cielos,
qu~nt:i
la
cosas; sí
á
todo's indiforeutemen-
claridad
y
resplandor tj{'l sol
y
de
te
sirven las criaturás. del delo
y
la
luaa,
y
de las estrellas; qufo·
de la
tierra.,
y
de los justos
é
in-
ta la hermosura de la tierra,
de
justos
es comun la posesion
de
los
.árboles,
de .las aves
y
de
todos
este muado;
i
qué
bienes
teodrá
los
o~
r.osanimales; qué
es ver
la
g.uardados
para
solos los
justos~
llanura de los campos, la
altura
Quien ta·n graciosamente dio tan de l@s
montes,
la verdura de los
grandes tesgros sin
deberlos;
iqué
valles, la frescura de 'las fuentes,
dará á
quiera
los
tuviere
debidos~
la
gracia
de los
ríos ,
repartidos
Quien tan
liberal es
en
hi;1cer
como venas por ·todo
el
cuerpo
mercedes;
i
quánto mas lo
ser~
de- la tierrá;
y
sobre
todo la an–
en pagar servicios 1 Si tan
üiesti·
e
hura
de los mares, poblados de
mable es la largueza
clel
que
da;
tantas d·iversidades
y
maravillas
i.quáata será la magnificencia
del
de
.cosas.
i.Qué son
los
estanques
·que
restituye~
Sin
dud~
no
se
y lagunas de
aguas claras
sino
puede
~on
palabras
declarar
J~
unos
como
ojos. de la tierra, 6
gloria
que
dará
á
los agradeci-
como
espejos
del
cielo~
Equé son
dos , pues tales cos(Js dió aun
á
los
prados verdes entretexidos de
los ingratos,
rosas
y
flores,
sino como un
cie·
lo estrellado en una
noche sere–
na~
i
Qué
diré de
las
venas de
oro
y
plata,
y
de
otros tan
pre-
T
Ambien declara alg
de
esta ciosos
metales1
i
qu~
de
lo~
ru–
gloria el sitio
y
alteza del bíes
y
esmeraldas
y
diamantes,
Y
lugar diputado para
ella,
que es otras
piedras preciosas,
que pa–
el Cielo
Empíreo ·
el
qual asi
recen
competir con
las
mesmas
como
es
el
mayor'
de todos
los estrellas
en
claridad
y
hermosu–
cielos,
asi es
el
mas noble
y
mas . ra
1
·
Eqtfé de fas pirJtura
s ~ cólo–
hermoso,
y
de mayor dignidad. res de
las
aves ,
de
los
am.ma~es,
Llámase
en
la
Escritura
tierra de
de
las flores
y
de otras cosas
in·
de
los
que
viven
(a);
por donde
finitas~
Juntóse
con
la gracia de
entenderás, que
ésta en que
aqui
naturaleza
tambien
la
del
arte,
Y
moramos, es tierra de
lo~
que
doblóse
la hermosura
de las co–
muerea.
Pues
si
en esta tierra· de sas. De aqui
nacieron
las baxillas
muertos_ha
y
cosas
ta~
excelentes de
oro resplandecientes ,
los di–
y
taa vistosas ;
i
qué habrá en bujos
perfectos
y
acabados,
lo.s
a_quella
ti~rra
de .los
que
para jardines bien ordenados, los
ed1·
siempre viven? Tiende los ojos
fidos
de los templos
y
de los pa–
por todo este mundo visible,
y
lados
reales , vestidas de oro Y
már-
_
(a)
Ps.
26.