de la
Cornpañia
de Jejus.
)
Nunca hables de
los
defeétos
agenos , ni re..
prefentes el papel de
graciofo;
porque adcmas
d~
las
quexas ,
y
murmuraciones ,
que atraedl fobre
ti,
perderás tambien
aquellas gracias naturales , que
hacen
i
un hombre amable en la fociedad. Se te
ve
erurar repentinan1ente en una
junta'
o
compa–
ñia .,
y
-luego que
entras
torrias la
palabra,
·te ha-:
ces
arbitro
de la
converfacion ,
y
para oirte
tienen
,qtle
callar
los
otros:
que
poca cortes!a!
Qlien
eres,
y
que
has
aprendido'
par.a
dar
lecciones
a
los otros?.
Rara ·vez {e
·tocan
las campanas
grandes,
y
los
va ..
fos
que
efia1:
lleno~
no
refuenan. Que
!
Efias
bien
.vefiido para -el Invierno ,
y
para
el
Ver~no:
t1ada
te.
falta ,
ni
padeces
hambre , ni
fed ,
cal-or .,
ni
fria: C001eS
.quando
quieres,
y
quanto
rte
da
·. gana.~
no eíh1s contento? Un hombre
racional ha
.de
'PO·
ner fu diverfion
en totnarfe unas licencias poco
.decentes ,
y
no
abrir la
boca
fino para :difcurfos
fa~
tydcos,
o
palabras
inn1odcfia~
?
Si ,pro.Ggues
h~
blando de
eífa
1nanera ,
y
portandote
fin difcre–
cion,
ni juicio,
te
confundira·n .con
los
anin1ales
Jnas ·eflúpidos. Viviendo el
homhre
en la
tierra;
debe
·efl:ar
en
ella
~de
iUn
cierto
modo,
y
llega
a
fer
neceffaria la
defigualdad
d.e condiciones. Si qui–
íiera cada uno defcanfar,
o
divertirfe,
quien
te da–
ria
\<le comer? Vemos algunos hermanos,
·que
en
la particion de ·la
herencia
paterna ,
ceden niutua–
mentc
en los
articules
du-dofos ,
y
con
amifiad
los
ofrece ·el ·uno al otro. Como
defpuc:s
con
.e}
tiem..
po fe
difputaban
la
mifma
fnccefsion fus hijos,
·O
fus__
nietos ,
fe
quer eilan , fe
enfadan
rrHHU~Hnenre --,
y
Jnuc has
veces
llegan
a
fatigar
a
los
Jueces
con
tan
pdi~fos
piey_t
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pudier9~1 ~hogar
tan
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