S
"cartas .de·las
Mifliones
fa
del Pueblo.
Si
por ella parte
dex1s
abrir
bre–
cbJ en tu rcputacion , el mal eílJ.
clf1
fin
reme~
dio. El
agna una vez
derramada ,
no
buelve
mas
al
cantare.
Si fe
defcu1da
tu marido en
las
obliga...
ciones de fu cargo,
y
eíl:Jdo, procura
que
buelva fo.J
bre
~i,
pero que
fea con
tnoaos fuaves
,
con
tiernas exortaciones,
con
la
rcllcion
de
ciertos
exem–
plos ' capaces de convencerle. Refpetale como
a
Ull
huefped: tratalé como amigo: evita con
el
familia–
ridades poco decorofas. La decencia que fe guarda
en lo
interior de
la
cafa , engendra
un
habito de
te~
ner afuera un
cond~éto
prudente ,
y
bien
re~
glado.
Es p-recifo, que
vivas
fiem.pre
con
tu
maricclo;
y
por
conGguiente debes
adquirir
paciencia: apren–
de ' pues'
a
ven~er
tu
natural'
y
a
confi:reñir
tus
inclinaciones: fois
juntos una mifma familia : lue–
go debeis tener el uno ,
y
el o,tro un mifmo corazon.
Si
la
union es folamente
exterior ,
y
aparente ,
Y,
en
el
fondo
del
alma confervais
un
difguíl:o
fecre·
to, fe carcome el corazon ,
y
fe hace amarga la
vida.
No pretendo que te hagas infenfible,
o
im.;
mobil
1
coruo
una efratua :. hay
cierta
viveza,
y
aél:i..c
vidad
neceífaria
para reglar los negocios conve–
nientes de l.a cafa. Necefsitán
tus
hijos
en fu tier..;
na
edad
de particular cuidado : n.o
permitas
que
figan
fus apetitos, ni que t0men mas alimento del
que
puede llevar el
eftomago:
defiendelos de los
grandes calores del Verano
:
aparta de
ello~
lo
que puede
hacerles
mal , como fon el agua , el fue•
go, los cuchillos , los lugares altos de donde po•
driJ n caer , las
cofas
duras que pueden
herirlos.i.
y
[obre todo , no
pern1itas que coman carnes
fri~&·~
Q