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o
Cartas íle las
Mt}sz'onei
_
r1~
\l.es,y
adornos de las
Linternas.
En
ell:o ;
y
·en
la
grande variedad de
los edificios,
admir,o
el
fe~
cundo .ingenio de los Chinos'
y
llle iJ;tclino
a
creer~
,que fomos pobres,
y
efieriles en fu comparacion.
Sus ojos,
acofiun1brados
a
fu
Arquitedura,
nd
guílan
mucho de
nuefho n1odo de fabricar.
Quan~
do
fe les
h~bla
de ello-'
o
ven efiampas
que
repre~
fentan nuefiros edificios , dicen
que
los
efpan
tan
tan
grandes edifiCios,
y
tan altas murallas. Miran
i
nucfiras
calles como
caminos abiertos
entre
hor–
rorofas montañas : nueíl:ras ca fa s
como
peñafcos,
,que fe picrd·en de vifia, ta ladradas de mil ag l! je–
ros,
como
las
cuevas de los Ofos,
y
otras be!tías
f eroces. Los diferentes altos de nueftr as cafas, unos
fobre
otros,
les parecen
cofa
infufrible . N'o
cotn–
prehenden'
corno
quiera el homb re cxponerfe
a
romperfe
la
cabeza
den
veces
al
dia,
fubiendo por
tantas
efcaleras
a
un
quarto,
o
quinto alto.
Vien~
do el Emperador Canghi algunos Planes de nuefiras
cafas de Europa, decía :
Muy
pequeña,
J'
mi(erable.
debe de flr la Europa, pues no tienen terreno para ex-.
tender fus Ciudades
,
y que tienen que fabricar
tanto
en el ayre. No (otros fabricamos de otra manera
,
y
.
\
.
qutza con razon.
No
pretendo decir
fobre
la preferencia :
con~
fieífo
que 1ne agrada
mucho
la fabrica de efie Pais.:
Me he
trocado algo en Chino: mis
ojos,
y
tni
gufio
lo fon deCde que
ll egue
aquí. Digatne
v.
m.
el
Pa–
lacio de rv1ad2ma
la Duquefa , que efia enfrente
de
las
'Tulleria .r
,
no le parece muy hermofo
?
Efla·
a
la moda Chi na,
y
de
folo un alto;
pero cada
Pa1s tiene fu gufto,
y
fus ufos. Convengo, que la
hermofura
de.
n'u c:Ara
Arqui~ettura
es grande ,
l
ma·