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, ,
Cartas
de
las Mifsionei
·
cos
de todo genero : los Buhoneros
tiran
a
los
que
paífan .de la
·maflg~,
y
los itnportunan
a
que
com–
pren
fus mercaderiás.
Todo
es permitido ,
y
apenas
fe diílingue el Empe.rador del
ultimo
.de fus
valfa~
llos. Pregona
.cada
uno lo que lleva:
aqui
riñen,–
alli llegan
a
1as
tnanos
~y
es) ufrarnente lo
que
paífa
en los
Mercados ,
y
Ferias.
Prenden
los Alguaciles
a
los que
riñen_,
los
llevan
al
Tribunal de los
Juezes,
fe examina la querella ,
y
fe fentcncia: fe
condena
a
la
bafionada,
y
fe executa;
y
tal vez
un juego
in–
''entado
para divertir al Empe rador , fe trueca en
.demaGada realidad
para
el
paciente..
No
fon
olvidados los
Ladrones
en cfta fiefia,
y
fe confia
tan noble empleo
a
los
Eunucos
mas
clefpiertos ,
que hacen fu papel con
n1aravillofa
defl:reza;unos
fe
dexan
coger
con el hurto c:n
la mano,
Jos
averguenzan,
y
hacen
COU10
que los
condenan
a
fer
feñalados, deíl:errados,o
a
padecer
la
baíl:onada,
fegun
la
grávedad .del cafo,
o
la
calid ad del hurto.
Si
quitan
los
Ladrones
con
defireza,
reciben aplau-:
fos,
y
no
fon
ol.das
las quexas del Mercader. Aca–
bada
la Feria ,
halla
cada unó lo que
es
(u
yo.
Ya
tengo dicho, que tfias fiefias fe
ha·cen
para
diver–
tir al
En1perador,
Emperatriz,
y
dunas mugeres
de
fu Magefl:ad. Rara vez
fe
admiten
a
ella Princi–
Fes,
o
Grandes ,
y
nunca
fe
les
da
entrada hafia
qu~
fe hayan
retirado
las
Señoras.
Los gene
ros que
_fe
exponen
de
venta , pertenecen
})Or
la
mayor
parte
a
los Con1ercbntes
de
Pekin, que los
conGan
a
los
Eunucos, para que
los
vendan en
realigad,
y
afsi no
fon ent eramente fingidos
los Mercados.:
Compra fiempre n1uchos el
Empe rador ,
y ya
fe de–
xa entender? qúe fe los
vencieran
[;empre altnas
alto