,
1
4
4
(attds
de
ias
MifsioiJes
te no pocHa
lil:Yranne de
el.
Paíf.1do
algun
cl'érñpo~
1ne quitaron
las
cortinas ,
y
tne conduxeron en cafa_
del Chriítiano Juan. Entre en el primer quarto ,
y¡
· n1 e ligu.ieron
muchos Infielés,
para
contemplarm-~
a
todl fu [ati:;f:1ccion'
y
lo tnifmo hicieron los
que
paífaban
por
la ,ealle. Pregunte como
_pude ,
que
fignificaba
todo eífo?
y
me dieron
a
entender '
que
.iba.
a
parecer delante de
los
Mandarines ,_
tos
qua~
les
infalibtemente
me
embiarian
a
Macao.
Utla
hora defpués vino una ft11a de
~manos,
me hicierotl
entrar
en ella,
y
tuve
por-
cierto, que me lleva.-
. ban en
cafa del Mandaritl.
Pafse
otra
vez
por
la
Ciudad ,
y
la_
vi
de
efpacio. Efta
empedrada de.
piedrecitas,
co[no
Leo
o.
Paífando por uqa-
calle
vi
reprefentar la Cotmedia : dos,
o
tres, hombres to..;
caban
a)gu~OS
inftrutnentos , que feguramente
O<)
íed~n
del guíl:o de
Europa;
y
un falo
Com.edi~nt~
enrnafcat·ado
hablaba fobre el
Teatro.
_
Las
cafas
n1e
parécieron bafl:ante vHl:ofas
po~
afuera, aunqu
e por
la tnayor
parte
de madera,
y
dt:
un
al-to.
Se
v.enen
cada
Ciudad
edificios
n1as
elé<(
vados,
y
en el gufl:o
de
aquel que mando
fabricar¡
el
Rey
de Po.lonia en los Bofques de
Luneville~
Ert
la
China
,efl:an
fen.1ejantes
edificios
cerca
de
las
Murallas de la Ciudad , para que me,jor fe
pueda
regiíl:rar lo que
p.aífa
en la Campaña. Baviendt:l
andado por
la Ciudad por
mas
de
un
quarto de
ho~
ra ,
plro
la lilla,,
y
me entraron en una cafa , que
me parecia una verdadera Carcel .. Pregunte donde
eítaba,
y
me refpond ieron, que en una Hoíl:eleria,,
donde ha-via de paffar la
noche,
y
el
dia figuiente.;
Salieron
mis
Catequiftas del
quarto
donde
efiaba~
y
'erraroº la
p~e~t~
cqg
llave~
para
gue
ningun~
~n~