éle la
Coínpañia
de Jefus.
1
t
euros, los
otros incre1bles.
La perfuafion en
que
efian, que nada faben los Efi:rangeros fobre la Re–
Ji
a
ion, que fea comparable
a
fu Doétrina,
hace
q~e
íi
los oyen por un iníl:ante, buelvan luego la.
converfacion
fobre
otra
materia.
Su
vanidad ,
}(t
eO:imacion que tienen de sl n1iftnos, el defprecio que
hacen de las otras Naciones? tranfpiran , por mas
que no quieran, en
fu fingida
modefria,
y
en
los
ter~
minos cortefanos que afeétan. Para tnerecer ,
pues,·
fu
atencion , es
precifo
acreditarfe
ganar
fu efi:i-4
macion
con
el
conocimiento de
las cofas
natura–
les , qne ignoran
por
la
mayor
parte,
y
defean
aprender : nada los
difpone
mejor
a
oirno~
hablar de las verdades del Chrifi:ianifmo
:
prin·
cipalt11ente
fi
fe añade a lo
dicho
mucha
complacen~
cia,
y mucha
paciencia
en refolver
las
dificulta~
des
buenas,
o
tnalas
que proponen,
moftrando
fien1~
pre
hacer mucho cafo
de fu
capacidJd,
y
merito.
Contetnporizando de efta manera
con
prudencia~
nos
inúnuamos
en fu afeéto'
e
introducimos
infeníi-,
ble1nente las verdades d la
Fe
en fu corazon.
Vengo
aora
a
vueíl:ra
Carta,
que
es
refpuell:a.
a
]a que tuve la
honra
de
efcri
viros
en
el
mes
de
Diciembre de
1730.
En ella os decía
la mayor
par~
te
de
las
caufas , que
fiempre han
retardado
en la
China
el progreífo de las Ciencias,
y
principll..
mente
de la Aíl:ronomta.
Os parecen
solidas las
razones
que he dado ; pero
fent!s que
1os
Chinos
en tantos
Gglos,
debaxo de
un
Cielo tan
[eren
o ,
y
en una fituacion tan favorable , como la Chaldea,
y
el Egypto , de donde nos vinieron los primeros
conocim lentos
Aíl:ronotnicos ,
no
hayan hecho
mas
adelanta
miento~ e~
eíl:a
Ciencia._
Confie~o
, que es
~
2-
cofa