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6t
Cartas
'de
las
Mifsiones
y
G
hab1a de e lo con elaridad al gun
Autor anti·
guo. Pero lo fupongo,
y
dibo, que efl:e conoci-:
miento
es por lo menos
tan
antiguo
en la ( hina,
como en Egypto; con efra diferencia, que, como
obferva V. 1nd. lo perdieron los Egypcios;
y
Prho–
lomeo mif1no, viviendo en Alexandria , defechaba
el movi1niento de Mercurio,
y
Venus al rededor del
Sol: al contrario, lo han confervado los
Chinos
hafta nueíl:ros dias.
Se puede
v~r
lo que efcrivie el Padre Gaubil;
.
liguiendo la Afironomia de los Grandes
Han
,
que
hablaron de ello como de un conocimiento
anti–
guo,
y
no como
de
una invencion nueva. Veafe
tatnbien el Cathalogo de las Efirellas
j
conocidas
de los antiguos Chinos, 'el modo con que las obfer·
.vaban , fus efpheras armillares , fus círculos gradua.;
dos
en
36o.,de los quales uno reprefentaba el Equa–
dor, otro un Meridiano , para determinar el paífo
de las Efirellas, fu latitud, &c. Comparefe defpues
el
Cathalogo
con
lo que nos ha quedado de los
Egypcios ,
y
fe vera, que nada les deben los Chi·
Dos en materia de antiguedad;
y
por configuicn•
te, que no pueden fer Colonia de los Egypcios.·
Me
parece que
ya
he dado
a
v.
md. noticia del an...
tig~o
conocimiento, que tenian del Triangulo Rec..–
rangulo; del qual , fegun lo tell:ificaba el Em
a~
dor Canghi, no fe podía feñalar el origen.
e lee,
que el predeceífor del famofo
Tcbeoucong
,
que
vi~
via como onze figlos antes de Jefu-ChrHl:o, decía
a
fu Difcipulo, que con efie lnfirumcnto
fe
podian
hacer muchas obfervacion(!s,
y
que fe havia fervi–
do de ello
ru
para tomar las alturas. No fe diceJ
que fu
ffe
Tu
inyentQr
4el
!r!ítrumento, fino
qu-e
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ha~!a uf~dq~
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