CAPÍTULO XVIII
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le de haberse jactado de que
~1
y
dos hermanos suios
tienen ocho mill ducados en la compañia contra Su Ma–
gestad en Olanda, para armar por la mar,
y
que son de la
esquadra del Brasil.
"Melchor de los Reies, que dice ser nacido en Madrid,
· hijo de portugueses, de edad de
31
años, entró preso con
secretos de bienes, en diez de henero deste año: éste occultó
quantidad de hacienda, en plata, joyas,
y
ropa del dicho
Enriquez de l)az, i dice metió
4
barras de plata en dos
cajones, diciendo que eran de otra co.ssa, en el estudio de
don Dionisio Manrrique, caballero del hábito de Santiago,
alcalde de corte mas antiguo de esta Audiencia
y
consul–
tor de esta Inqu.isicion, su fanliliar amigo, con mas
50
pie~as
de damasquillos,
y
4
de damascos mandarines,
a guardar. Don Diopisio no niega la entrada de algo dello
f
en su cassa; mas dice, que aquella misma noche sacólo,
que fué un mo<;o que no conoció por órden del dicho
Melchor; hánse echo diligencias con este caballero por
buenos medios,
y
no han aprobechado; remitimos a V.
A.
los autos en esta ocassion, con nuestro parecer, para que
vistos, nos ordene
y
mande lo que mas convenga. Mel–
chor está negativo en lo principal.
"Por noticias que cada día teniamüs de que estos avian
escondido la hacienda, dimos un pregon para que todos
los que supiesen de tal cossa, lo manifestassen en este
Santo Officio dentró de nuebe dias, pena de excomunion
y
otras: por cuia eausa se descubrieron algunos,
y '
en spe–
cial los que se han dicho del dicho Enrriquez de Paz,
y
de otros que a su tiempo se dirán, con que se conoce el
buen effecto del pregon.
t1Gaspar Fernandez, portugues, natural de Villaflor, de
edad de
28
años, entró preso en once de henero deste
presente año, está negativo.
,
11Enrrique Loren<;o fué de los que se prendieron en
Panamá, adonde avia bajado a emplear con plata de par–
ticulares desta ciudad, portugues de nacion, natural de
Moncorbo, de edad de
30
años, entró en las cárceles secre–
tas a
14
de henero: váse siguiendo su causa, está negativo,
diósele tormento
y
en él confesó de sí
y
de otros.
11Será bien que V.
A.
sea savidor de lo que
passó
en
l~J