CAPÍTULO XVIII
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dia, que en esta parte ha de mandar
V.
A.
se corrija, y
emiende, pues a ménos, ni las causas de la fee se pueden
lograr, ni las de la hacienda: fué de grande in1portancia
esta diligencia,
y
todavía se han huido muchos, que el in–
teres avre camino por todas partes. Destos huidos era:
111\Ianuel Enrriquez, natural de la ciudad de La1nego, en
Portugal, de edad de
34
años, mercachifle, que
avia subido
a las tierras de arriba con hacienda de Antonio Gom.ez de
' Acosta, preso,
y
así que supo que lo estaba, trató de poner–
se en cobro
y
se puso en camino; tubimos noticia de su
fuga, y que el dia siguiente llegaba a un tarnbo que lla–
man de Pachac.ama, cinco leguas de aqui., para donde avia
imb.iado a llamar a un J oan de Acevedo, su camarada, que
estaba en esta ciudad,
y
la misrna noche despachamos a
Antonio Dom.inguez de -Valca9ar, notario de secrestos, con
el 1nismo que dió el aviso, a que llegasse al dicho puesto
ántes que el dicho 1\tTanuel Enrriquez,
y
en llegando le
echasse n1ano,
y
ántes hieimos buscar al J oan de Acevedo,
y
lo pusin1os en un aposento: liíyolo Antonio Dominguez,
y
el dia siguiente trujo al Manuel Enrriquez, con la ha–
cienda que llebaba, que se puso por inventario: y porque
el que dijo de su fuga depusso a]gunas cossas dél, que
juntas con ella le hacian vehementemente sospechoso, le
metimos desde luego a los seis de deciembre, por consulta
plena, en las cárceles secretas, y de ay a pocos clias le so–
brevinieron testificaciones de ser judío judai9ante: con–
fessó ántes de la acusacion haber sido reconciliado en Co–
imbra, siendo muchacho, pidiendo misericordia de la vida:
dice de sí
y
de otros muchos de diferentes partes.
nJoan de Acevedo camarada del antecedente, estando
en el dicho aposento le sobrevino una gran testificacion,
con que se mandó meter en las cárceles secretas, con seeres–
to de bienes a los tres de febrero deste año; confessó a la
segunda audiencia su judaísmo, y dijo de muchos de ....
Cartajena
y
de aquí;
y
ser natural de Lisboa. y xpiano.
viejo de edad de
26
años,
y
todavía tiene que decir
nEn el dicho mes de diciembre fueron votados a pri–
sion en consultas, con secresto de bienes, y se prendieron
a los diez déllos siguientes.
u
Luis de Vega, natural de Lisboa, de officio platero
y