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LA INQUISICION DE .LIMA
de tal manera que aun en su casa no le deben de conocer:
es lástilna darles salario, porque así como así, no. se gas–
tan,
y
desautorizan el oficio.11
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Con ocasion de estos denuncios, el .Consejo resolvió que
con recato i secreto averiguase estos particulares Juan
.Gutierrez Flores, inquisidor nombrado a firme para reem–
plazar a Verdugo, que
h~bia
llegado a Lima casi un año
justo despues que Mañozca, (octubre de
1625)
i
sus in–
formes no fueron mas favorables para Gaitan. uLo cierto
de todo esto es, decia, que el Inquisidor pone particular
atencion en tener gratos a los oficiales y traerlos a su ma–
no, como en efecto lo consigue... El secretario no aprueba
ni contradice mas de lo que quiere, y ordinariamente le
acompaña
y
asiste fuera del Tribunal, sin comunícar a
otras personas del pueblo mas que
a
él y a sus amigos,
porque de todo lo demas vive muy retirado, y el trata–
miento de su persona
y
casa, mas es indecente que parco.
Está acornodado ele hacienda y desea mucho irse a España
con cualquiera plaza de inquisidor,
y
a mí me ha pedido
que lo suplique a U. S .... Se hace dueño, concluye Gu–
tierrez, de los negocios del Tribunal, y está en él ampa–
rando todos los que a los oficiales les tocan, sin la igualdad
conveniente en la administracion de justicia, estando esto
tan entendido en el pueblo, con1o lo demas.
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Mañozca mien tras duró su permanencia en Lima tuvo
todavía sus diferencias con Gaitan sobre si debia o no pro–
cesarse a algunos holandeses que habian caido prisioneros,
sirviendo de ordinario de consejero al Virei en euanto a
las medidas de defensa que se trataba ele implantar, pues
con ocasion de su residencia en la plaza n1arítima de Car–
tajena se daba por entendido en cosas de mar, no sin que
Gai tan lo ridiculizase a veces. Al fin, por el mes de agosto
salió por tierra con direccion a Quito, adonde llegó tres
meses despues
i
desde donde escribia a España ponderan-
5.
Carta de Mañozca,
de 27 de abril de
lo24.
Repite estas circuns–
tancias Gutierrez Flores en su carta citada.
6. Entre otras, merecen notarse a este respecto las demandas de
Juan Gutierrez Flores contra el alguacil Juan de Espinosa, por valor de
setenta mil pesos, que al fin transó el inquisidor de este apellido, como
pariente que era del demandante.
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