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CAPÍTULO XVI

11.

de Israel, i que cuando le decian "loado séa Jesucristo,"'

respondía "por siempre sea Dios loado," i otros indicios

que le hacian sospechoso de judío: fué admitido a recon-

.

ciliacion en forma en la capilla del Tribunal, durante la

cuaresma, en un dia de sermon, donde hubo gran concurso

~

de jente, por no haber auto público de próximo i no dete–

nerle mas tiempo preso, con hábito

i

cárcel por un año

i

con confiscacion de bienes

7

. Luis Fragoso, confitero, testimoniado de que impedia a

sus dependientes que fuesen a n1isa

i

los hacia trabajar en

dias festivos, le dieron ocho vueltas de cordel a los brazos,

11

y

despues, tendido en el potro

y

atado

y

puestos los cor–

deles

y

garrotes, se le dieron otras tres vueltas a cada

molledo, muslo

y

espinillo, del lado derecho

y

izquierdo,

y

asimisn1o, por no decir nada, se le echaron seis jarrillos

de agua, puesta la toca,

y

con esto cesó el tormento, con

la protestacion ordinaria, que duraría una hora;" mandán–

dose al fin suspender su causa.

Juan Antonio, hombre de la mar, natural de Amberes,

fué acusado de que en Saña habia dieho que las monjas

de Popayan habian "remanecido preñadas," por lo éual el

obispo las haLia emparedado,

y

diciéndole uno de los tes–

tigos que así se podrian arrepentir de su pecado, babia re–

plicado que despues de la falta cometida no hab]a arrepen–

timiento ante Dios; siendo al fin absuelto en vista de sus

descargos.

. Isabel de Quiñones, viuda, e Isabel, negra de casta te–

rranova, que decian saber descubrir los hurtos, recibieron

cien azotes;

i

Gonzalo de Navarrete que para los mismos ·

fines se valia de unas varillas que ponia en el suelo en las

calles,

i

que segun cuenta uno que solicitó el horóscopo,

se movian para un lado

i

otro, levantándose a veces en

alto.

_

Juan Bautista Franco, arriero, Juan Crespo de Aguirre,

denunciado en Santa Cruz de la Sierra, Francisco Hernan–

dez de Espinosa, Isabel de la Rocha, de veinte años,

i

do–

ña Luisa del Castillo i Lizarraga, que tambien se valia de

7.

Carta de los Inquisidores

de

10

de mayo de

1616.

1,