CAPiTULO XVIII
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ni al Santísimo Sacramento quando le encontrava en la
calle: salió al auto en forma de penitente, en cuerpo, sin
cinto ni bonete, con vela verde en las manos, abjuró
de
vehementi,
fué condenado en cien pesos corrientes para
gastos extraordinarios del Santo Oficio, y desterrado per–
petuamente de las Indias a Españ.a.
117.
Manuel Gonzalez, casado, natural de Moncharaz, en
Portugal, cinco leguas de Villaviciosa, de edad de veinte
y
siete años, soltero, residente en esta ciudad; fué preso
con secresto de bienes por judío judayzante, salió al auto
en forma de penitente, en cuerpo, sin einto ni bonete,
vela verde en las manos, abjuró de
vehe1nenti,
fué con–
denado en destierro perpetuo de las Indias a los Reynos
de España
18 •
,
,,RECONCILIADOS CON SAMBENITO POR OBSERVANTES DE
LA
LEY DE MoYSEN.-1.
Antonio Cordero, natural de
Arronches, obispado de Porta-Alegre en Portugal, de ofi–
cio mercader, de edad de venticuatro años, casarlo en Sevi–
lla con Ysabel Brandon, residente en esta ciudad; fué preso
sin secresto de bienes y con grandíssimo secreto, y en mu–
chos dias no se supo dél, porque no se podían persuadir se
hubiesse hecho tal prision por la Inquisicion, supuesto no
había habido secresto de bienes, por testifi.cacion que hu–
bo por agosto de
1634
de que no vendia los sábados, te–
niendo el ahnacen abierto, con lo demas que se refiere en
el número.
(sic)
Fué buen confitente y pidió misericordia:
admitido a reconciliacion,
y
sentenciado a auto, con:fisca–
cion de bienes, sambenito, vela verde en las manos, abjuró
formalmente, :rnandóse que en el mismo tablado, acabada
de leer la sentencia, con sus méritos, se le quite el sam–
benito y vaya desterrado de las Indias perpetuamente a
España.
112.
Antonio de Acuña, hijo de portugues, natural de
Sevilla, de edad de· veinte y tres años, de oficio mercader,
residente en esta ciudad, fué preso por judío judayzante,
con secresto de bienes; vino al Perú con cargazon, en com..
pañía de Diego Lopez de Foraseca, relajado en persona en
18.
A todo.s estos, a escepcion de Valencia, se les aplicó el tormento,
manteniéndose siempre negativos. N. del A.
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