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CAPÍTULO IV
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rroco
~u
cédula de comuníon, so pena de poner su nombre
en ]a tablilla de los escomulgados, declaró que eso no se
le daha tres cuartos o tres castañetas.
Hernan de Almonte, contador de
S.
M. en Arequipa,
acusado de haberse casado dos veces, fué absuelto; como
lo fué tambien el domínico frai Rafael de Segura, por ha–
ber mandado quen1ar ciertos papeles de un relijioso.
Cristóbal Ruiz Alta1nirano, cura de Co1lay, por haberse
n.egado a enviar cierto espediente, sufrió una multa de
cien pesos.
Se vieron igualmente algunas otras causas de menor
importancia,
i
las de frai Cristóbal Nuñez, frai Juan Lobo,
Hernanclo de Alcántara, María de Montemayor, Francisco
de
Matien~o,
Juan J ufré i Pedro de Lisperguer, que ha–
bian sido enviadas de Chile.
Mas, se aproximaba ya el dia en que la ciudad de Los
Reyes clebia presenciar el primer auto de fé, i fuéles for–
zoso a los jueces ocuparse de los preparativos de tan im–
portante ceremonia. Les urjía, por lo demas, proceder
cuanto ántes a su celebracion, porque si bien babia pocos
reos, "en esta tierra no se pueden tener en las cárceles por
las enfermedades que les dann. El mas notable de ellos,
un frances llamado Mateo Salado, 11hacia mas de un año y
medio que estaba botado
y
temíamos que no se nos mu–
riese en la cárcel. "
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''J oan deSaracho, receptor del Santo Oficio, por borden
y
comisi.onde los señores Inquisidores, hizo los tablados;
uno donde estuviesen los señores Inquisidores
y
el Au–
diencia Real, en su teatro,
y
a los lados, los Cabildos de la
Yglesia y Ciudad,
y
en lo demas, los hombres mas grana–
dos del pueblo;
y
en quince dias solos que se le dieron de
tiempo, lo hizo y acabó y aderezó de tapicería
y
alhom–
bras
y
lo entoldó por el sol, sin que uviese ninguna falta,
y
señaló
y
repartió los sitios en que los vezinos hicieron
tablados en la plaza
y
al derredor de los dichos cadahalsos
para ver el dicho auto, con órden de cuanto avia de tener
2.
Carta
de
Cerezuel~
de 9 rle mRrzo de 1574. Lá palabra
botado,
co–
mo escribe el Inquisidor,
i
el temor de que Salado se muriese parecen
dar a entender que estaba mui enfermo; es probable que haya querido
significarse que hacia año i medio
a.
que su causa estaba
votcuia.
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