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otro en la misma plazuela de las Nazaren:l!s;. que·dispu..,.
,
so la Parroquia de San Marcelo;
y
todas las calles
t'.s–
taban limpias, secas y colgadas, y 'con innumerable con- ·
curso de gente.
Entr6 la p'rocesion en ]a Iglesia .de Nazarenas, donde
habia música prevenida; hicieron oracion
y
pasaron las.
beatas
y
religiosas con el señor Virey y todó el acompa-.
ñamiento
á
la Portería;, y entraron
á
la clausura con el
señor Provisor y Notario, que la declar6 en la forma.
/
que se acostumbra.
V
.
/
OA~ITULO
XXXIII.
DEL MODO PROVIDENCIAL
C6:MO
SE ESCRIBI6 ESTA
VID..L\z.
Y .ALGUNOS OTROS SUCESOS.
Declaro páta gl01·ia, de Dios y de su sierva, mi V
ene~
rabie Madre Antonia Lucía
d~l
Espíritu Santo: que es–
tando yo con todo amor y deseo de la gloria del Señor ·
en su sierva, ayudando á escribir unas yeces, y otras
!&–
yendo los cuadernos de donde vamos trasladando la
vi7"
da y mila.gros de la sierva de Dios, en compañia de
mi
madre superiora Josefa de la Ptovidencia: digo, pues, lo
que me pas6 todo el tiempo que estuve en esto; que án-
tes de empezarlo me hallaba con una tribulacion
ta..n
grande, que me tenia ahogada
y
afligida, hecha una
amargura de pena, en parecerme
y
creerlo así,. que se
perdia mi alma,
y
otras cosas muchas, que andaba co-
mo tonta y sin consuelo, ni gusto en nada. Lo mismo
fué empezar esta
ob~a,
que serenarse esta tempestad,
y
trocarse todo en una tranquilidad
y
gozo interior, con
tan gtandes
deseo~
é
ímpetus de amor á Dios,
y
de ser
perfecta religiosa Nazarena, que no
cabi~
mi cora.zon
, '
(m el pecho casi de estos deseos,
y
junto con una con–
tínua presencia de Dios, cual no me acuerdo haber
te- .
nido otras veces por mi ruindad y tibieza;
y
juntamente
he' conocido corresponderme agra,decida la sierva de
Dios con estos bienes para mi alma, por
el
corto trabajo.
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