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CAPÍ:TULO XI
QUE T"OS FRAILES NO .ENTREN EN
T~OS
MO·
NASTERIOS DE l\ION.JAS
Maudo firmemente á todos los frailes
que no hayan sospechosas compañías ú
eonsejos de mujeres,
y
no entren en los
monasterios de las monjas, salvo aque–
llos á los cuales ele la Silla Apostólica es
otorgada licencia especial: ni puedan
ser compadres ele varones ó mujeres,
porque por esta ocasión entre los frailes
ó .ele loR fl'ailes no nazca escá1idalo.
CAPÍTULO XII
DE LOS QUE QUIEREN IR ENTRE LOS MOROS.
V
OTROS INFIELES
Si algunos de los frailes por divina ins–
piración quisieren ir entre los moros
y
otros infiele&, pidan para ello licencia
á
sus ministros provinciales; mas los mi–
nistros no den licencia á algunos para
ir, salvo aquellos que vieren ser idóneos
para enviar. Para estas cosas mando
á
los ministros que pidan al Señor Papa
uno de los Cardenales de la santa Igle–
sia de Roma, que sea gobernador, defen–
sor
y
corrector de esta fraternidad; á fin
de que siempre súbditos
y
sujetos á los
pies de esta santa Iglesia, estables en la
fe católica, la pobreza
y
humildad
y
el
Santo Evangelio de Nuestro Señor Je-