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lo ., estando
contritos, invocaren
devota-·
mente
á
lo menos con el corazon el nom–
bre de
JESUS
en
el
artÍCUlO de la muerte.
Adetnas de esto les concedemos sie–
te años ,
y
otras tantas quarentenas de
perdon de las penitencias , que se les ha–
yan impuesto,
ó
debidas por ellos en la
forma acostumbrada de la Iglesia
á
los
que asimismo verdaderamente arrepenti–
dos ,
y
habiéndose confesado , recibieren
una vez al mes el Santísimo Sacramento
de la Eucaristía.
Doscientos días de Indulgencia
á
los
que hicieren ,
ó
procuraren que los ni–
ños , los criados ,
ú
otras qualesquiera
personas vayan
á
la Doctrina Christiana.
~
Y los que en los días de las estacio–
nes de nuestra Ciudad de Roma enseña–
ren la enunciada Doctrina Christiana en
las Iglesias ,
ú
Oratorios , con licencia de
los Ordinarios,
y
tambien los que fueren
-á
ellas
á
aprenderla, ganen las mismas
lf:l·
dulgencias que ganarían ,
y
podrían ga–
nar , si visitasen personaln1ente las Igle–
sias de las Estaciones de la dicha Ciudad.
Tan1bien ganarán las mismas Indul-