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~1IISTORlA
ECLESIASTlCA.
á
establecerse un gran número de discipu- ,
los. Formada
así
la
primera
so-eiedad mo–
nacal,
de que San Antonio
fué
el
a11ad, se
dedicaron Jos monjes
á
la contemplación
d,e'
los bienes divinos,
á
la penitencia
y
al
tr-abajo wanual que
les
proporcionaba
los medi@s de
subsistencia y de practicar
la carídad con los
pobr
1
es.
San Antonio,
como
verdadero
padre, dió á sas
monjes
el
ejemplo
de
todas
las
vi'Ptu.des,
y
murió
llo–
rad@ po¡r
elJos,
á,
la
edad
de
105 añ<:>s, ha–
bieDdq
úe:nido antes
la
satisfacción
de
vi
si–
·ta.r
en so, dQsiert a gruta
á
San Pablo su
digtrn émulo (356) .
·
San Pneomio, San UiJa.dón
y
San Basi-
llo.-A
i;te ,
de San .A:ntQnio Abad
los monjes
t
n aband,imando su soledad,
• 'Y
reu1lidos
6-U
corjpo;raciones formaron di-
versas socí
es
que se establecieron
· · también
en las ciudades.
Así
San Paco-
;rµi0
fu:nd6
á
roetlil3sd0s del siglo IV
(340)
un
monasterio en. la
isla
Tá'Qena,
e11
el Nilo,
y
d~é
á
sus mGnjes
una
regla
de vida com·ún.
Por la misma época San Rilari6n estableció
eD
el decierto de Gaza otro monasterio con
su
r~g1a;
y
bien pronto la vida monástica
se esparció en la :Palestina, Siria
y
Ásiai
' Men@r. Sa:n
Basiro
MagDo también
ejeir·
ci0
una gran
influencia
sobre Ja vida ·mo–
násti'ca en el
sigl0
IV:
dió
nuevas
y
sabias
leyes para la vida
comú.n y
fundó en Neo–
cesárea
un. .
moaasterio del que
salieron
~
em.i.ne11'00s
defensores de la I{flesia contra