POR MANUF.L M. SA.LAZA.R
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de la Iglesia, sino camo superior de todos
los reyes
y
poderosog de la tierra. Esta
creencia elevó al más alto grado su influen–
cia social.
Poder
temper~l.-Durante
los siete pri–
meros siglos del Oristianismo no ejercieron
Jos Papas ningún p0der temporal: en la
época de las persecuciones se vieron mu–
chas veces oprimidos
y
encarcelados,
y
al–
gunos pagaron
e@n
el martirio su
fé
en
Cristo
y
su decisión por la Iglesia de que
eran jefes. Después de la
paz
de Constan–
tino los Pontífices fueron o9jet(i) del res–
peto
y
consideración de algunos empera–
dores; pero también tuvieron que sufrir
bajo los reinados de
los
que
prot~gieran
á
los Arrianos
é
Iconoclastas.
Posteriormente,
cu:amd<i>
las 'bárbaros in-·
vadieron
al
lmperio, la Italia fué el teatFo
de
s11s
ataques
y
devastaciones,
y
abando–
nadas
sus
poblacionea en tan criticas
cir·
cuns
ta.nejas..
pQr
Jos emperadores griegos.,
volvieron sus miradas al Sumo Pontífice
á
quien consideraban
COl;llO
padre;
y
la
Italia fué .ent@nces sal\rada por los Papas
que hicieron retr(i)ceder
á
:los invasores.
El ascendiente de los Papas sobre Ro–
ma
y
la Italia fué, pues, benéfico, legal
y
justo.
·
Más tarde lt>s Reyes Longobardos qui–
sieron. extender sus con.quistas hasta Ro–
ma;
J!>OF
lo que Estéban II pidió protección
y
auxilio
á
Pepino Rey de Jos Francos
á