CENERA
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t~ ·
amable.
Ap.robába que
no le
amase sino Siglo
por
él
mismo,.
que
no
considerase
en
él
si-
XVli. ·
no
sus
perfecc1ones,
y
que
desterrase
qual-
quiera
mira
de
interes ,
que
pudiese, alterar
la pureza de un amor tan santo: aproba· -
ba.
que en
la
contemplacion
se
olvida
se
á
sí
misma,
y
se perdiese
de vista
para emplearse en
Dios solamente : que este grande objeto fue-
se para ella todas las cosas
,- y
llenase todas
las
potencias. de
~u
alma : aprobaba
en fin,
que su
amor
hubiese llegado
á
punto de no
tener necesidad de pensar en
las
recompen-
sas, ni apoyarse
en ]a
esperanza de
los be-
neficios para sostenerse; esto es decir,
que
alababa, que admiraba en su amiga
las
vir-·
tudes
sublimes~:
y
las afecciones purificadas
que
hallaba
en
sí mi ..
mo.
'·
-
Entretanto
iba
esparciéndose una voz
~or~
da de que
los
errores
de
Molinos
habian
pe11errado
en Francia , que hacían cada dia '
progresos
considerables , que
ya
un gran
nú–
mero de personas estabap infectados con ellos,
y
que si no
se ponia remedio
al
mal
en
su prin–
cipio, bien
propto
se veria descubrirse en lo
interior del Reyno una secta nueva de
Quie~
tistas ,
que seria
acaso
imposible extirpar. Se
piataban los partidarios de
esta
heregía con
los
colore$ mas
horrorosos :
se les atribuía
ttna doctrina detestable
y
una corrupcion
de
c;ostumbres
tan
horrible
~
que
llegaba
á
ser