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HISTORIA ECLESTASTICA
S?gla el
plan
de
dominacion
que habia
X\'
11.
y
que
de~de
Cárlos V era la mira
á
se dírigia su
Ca~a.
Para conseguirlo er
mucha
importancia dcbiiitar
la
Liga
Pr e
tc:lnte,
dándole nuevos golpes,
y
ganar m
y
rr1as
á
los
Cató licos,
cediéndoles
un pa ·
te de
los bi(:nes que veian con sentimien
en manos de sus enemigos. Este fué el
mo
tivo del fJmo"o
edicto
que
public6
en e
mes
de Marr:o de 16
2
9.
El
Emperador
di ·
poriia por
est~
ley general la res
ti
tu
e
ion d
todas las Abadías
y
demas bienes
Ecle\iás
ticos de que se habian apoderado ]os Pro
testantcs despues de la paz de
Pas~aw
d(
año
1
55
2 ,
y
permicia
á
los Príncipes Ca
tólicos obligar
á
los que no eran de su Re
ligion
á
alír de
sus Estados. El edict
añadia
que qua]quiera que se opusiese
á
elle
ó
impidiese su execucion, seria cicado
á
e
111
parecer·. Fuese miedo , 6 no poder mas , 1
mayor parte de ]os Estados se sometiéro•
pero
era itnposible que semej.1nte
ley
pt
diese executarse sin dar
motivo
á
una ir
finidad de disputas. Con efecto ,
movían
por toda5 partes,
y
siempre
se decidian e
favor
de los Católicos. Si Fernando hubi
ra parado aquí, tal vez no habría
result ;
do
otra
cosa que quejas inútiles ; pero de
po <: eyóse
al Duque de Mcckelburg , cuy
Est~dos
dió
á
Walstein, uno de sus Gen
l