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HISTORIA
ECLESIASTICA
Siglo dosas disposiciones ; pero sus
trabajos cu
·XVII. hierros. con
gran
cuidado con el velo de la
prudencia
y
del
misterio para
no
dar sos–
pecha al Gobierno. ,
na
servian n1as que
par
mantener las endebles reliquias del Catoli
cismo
~
que no habia cedido
á
la violcnci.
de
la
tempestad. Sin embargo,
la
Suecia
pa
recia pensar mas
á
favor
de
la Comunio
Romana en
el reynado de Juan 111 ,
2 ..
0
hij
de
Gustavo
V asa ,
que
se habia
casado con
Catalina, hija de
Segismundo Augusto,
Rey
de
Polonia. Esta
Princesa,
que
era Cat6lica,
y
zelosa
por
su Religion , se vali6 de
todo
el
dominio,
que
su
talento
y
virtud
le ha–
bian
dado sobre
su
esposo ,
para persuadido
á
restablecer el culto antiguo. Juan
se
incli–
n6
á
las ideas
de
la
Reyna ,
de modo que
babia algunas. esperanzas ; pero
todos
sus
esfuerzos
fuéron inútiles.
Las resultas
de
es–
ta nueva resolucion que
habria
ocasionado
la restitucion de
los
bienes usurpados al Cle–
ro ,
espantáron
~
los
Suecos ,
sobre
todo
á
los Grandes que se
habian
enriquecido
por
este
medie ; de suerte que mas bien el inte–
res <]Ue no
la
perc;uasion
los
detuvo
en
el
cisma. Habiendo muerto
la
Rcyna
Catalina,
perdió
juntamente con ell:t el
Catolici
mo
su
principJl
apoyo ;
y
como
Juan
desazon
do
con
Jos obstáculos
contr.1xo
se(Tundo matri–
monio, no pensó
mas
en
la
idea que su
pri-
me·