.
CENFRAL.
273
1
Je San Pedro ,
muy
Jéjos de que
lo
eleva–
do
de su
puesto
}e
hicies<:
creer que poJi.:t
in1itar Ja
pom.pay
magnificencia de
los
So–
beranos ,
pensó
que guanto
n1as
· expuesto
estaba
á
la visra del mundo ,
tJnto mas dc–
bia
darle
exemplo
con
cosrun1bre~
sencilbs
y·:
christianas.
.1'.\rrcgló el
ga<\tO
de
su n1esa
con
tal
n1edi~1nÍa,
que
muchos
particulares
no habían querido
reducirse
á
e!b. Su?ri–
rnió
todos
los
empleos
que
no
scrvian
rnas
que para el fausto
y
la ob5tcntacion,
y
gue
eran nluy gravosos por las
rentJs
y
hono;..
res
anexos
á
ellos.
Al~jó
á
sus
parielites
de
los grandes ·care-os aue
les
bubier;1n dada-
~ ,
1
den1asi-ada
autoridad,
y
ja1nas
les ccnfió
el
manejo
de'
los
caudales
púbiicos. Su ma–
yor
gasto era
con los pobres ,
á
qt.:ien lla··
n1aba
sus
sobrinos. No les eséJseaba nadJ,
y
acudia con abundancia
á
todas
HlS
ne–
cesidades.
GemL1
rnuy
á.
n1enudo
al pen-;;ar
en
!as guerras·
que
1;5
Potencias
Chri~tianas.
s.e
hacian unas
á
otras casi
siempre
por en
4
vidia
y
por ambician,
mas bien
que
por
causa
de
interes
racion<il,
entretanto
que Jos
In~~les
se 3:provechab(!n de
estJ.s desuniones.
para ·
extender
sus
conquistas ,
6-
reparar
sus.
/ .. d
E
'
~
/
.
1
P
p_erdt .as.
<
ste Ponubce, a
qt11en
os
ro-·
testantes no han podido ménos de
c:1ogi.1r, .
muri6 en el
n1es
de
Seprien1bre del año
I
¡oo"
estando llena
Roma
de un
prodigioso
nú--
rrom
X
S
1n~·
¿
(
~-·
•
Sin-Jo
~
XVII.