2,
)O
RISTOR.IAECL~SJASTICA
. Siglo vó hasta su ll1Uerte' que acaeció en la
no~
XVII.
che del
6
al
7
de Enero
de
1
6
5
5.
á
los
8
1 •
años de su edad,
y
once de Pontificado.
Los Escritores contemporaneos han
pin~
tado
á
este Pontífice con colores
n1uy
dis-–
tintos , segun las obligaciones que tenían
á
los partidos que estaban interesados en hon.;
rar ,
Ó
envilecer su memoria. Las pasiones
que guiaban entónces
su
pincel, estan ex–
tinguidas el dia de hoy;
y
la verdad,
des–
embarazada de
las nubes que la cubrían,
puede mostrarse como es en sí. Es verdad
que Inocencio
X.
tuvo
sus
defectos ;
2
pero
quién carece de ellos? Con1eti6 faltas;
2
pe..
ro
qué Soberano esta exento de
cometerlas~
Se
abus6
de su
confianza ;
2
pero
qüé
Prín..
cipe no ha sido engañado por los que an–
daban
á
su lado
?
Pero no se puede negar
que
tuvo muchas
de
las · grandes
prendas.,
que
pueden
hacer
á
un hombre digno ,
de
mandar
á
los demas ,
y
casi todas las
vir–
tudes que deben resplandecer en
la cabeza
<le la
Iglesia. Tenia mucho talento, pruden–
cia
y
discernimiento :
teson en
las
ocasiones
en
que le
parecia necesario ;
pero
sabia ce–
der
en
t-odos los casos en
que
la demasia·
da
rigidez hubiera hecho malograr
los
ne–
gocios. Elt"a sobrio, parco , enemigo del lu–
xo~
-evitan.dolos gastos superfluo-s,
y
no ce–
diendo
á
madie
en magnificencia
en
los
que
eran