XII
RUIZ BLANCO
gente puede apetecer para conocer la vida de
aquellos indios en aquellos tiempos.
Sin ningún género de duda creemos que el
nombre del venerable sabio Fr. Matías
,Ruiz
Blanco tiene indisputables méritos para ocupar
un lugar de honor en todas las sociedades filoló–
gicas del Mundo, por sus importantísimos traba–
jos sobre la lingüística de los indígenas de la
América Meridional.
Leyendo la
Conversión del Piritú
se ve que el
P. Ruiz Blanco es siempre el sabio misionero
que se interna en los albergues miserables de
los indígenas que viven en lós bosques,
á
predi·
car la religión del Crucificado, con verdadera
fé
cristiana y Santa unción apostólica. Instruye
al indio en la doctrina cristiana y le enseña las
máximas de
J.
C. haciéndole ver que todos los
hombres somos hermanos; les asiste en todas
sus enfermedades
y
trata de apagar los odios de
las tribus para mitigar los male-s que padecen, ha–
blándoles siempre con elocuencia, .de fraterni–
dad, de paz y de amor.
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Se completa este tomo con la publicación por
primera vez del M. S. titulado
Relación histórica
.de las misi1nes de los
PP.
Franciscanos, en las