<2:0NVERSIÓN
D:e.L
PIRITÚ
XI
Nosotros mo hemos logrado ver nmguna do
estas dos obras.
La última obra del autor de la CoNvERSIÓN
DEL
PrRITÚ
que podemos citar, es un
Memorial al
Rey,
presentado en
1695,
que según dice Le–
clrec contiene un compendio del descubrimiento
de
la provinCia de Nueva Barcelona
y
la relación
de las misiones entre los indios Cumanagotos,
Palenques
ó
Guari bes, Tumazos, Cuacos
y
Co–
res.
Estas son las obras que, merced
á
nuestras
investigaciones, podemos citar, llamándonos so–
bremanera la atención que un en libro improso
en Estepa en
18g1,
acerca de
est~
ciudad
y
sus
hijos ilustres, ni siquiera por incidencia se men–
cione á un hombre tan insigne como el autor de
la
Conversión del Piritzt.
Además de ser esta obra de una rareza extre–
mada es de una importancia que la avalora mu–
cho más que su rareza, pues son muchos
y
de gran valía los datos que el P. Ruiz Blanco
suministra sobre la historia geográfica
y
natu–
ral del país; se muestra siempre observador sa–
gaz
y
fiel de la natt1raleza, la cual describe con
elocuencia, como también las costum_bres, ma–
nera 9-e gobernarse, ritos supersticiosos
y
todas
las cosas más singulares de los naturales
y
dol
país de Piritú; que es cuanto el hombre inteli
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