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á pacer siete anos con las bestias del campo (1),
y
hace pasar á cuchillo"por un Angel , en una noche
sola, á todos los primogénitos de los Egipcios? (2)
¿qué son para Dios, que escudriña los corazones
(3), que multiplica las gentes
y
las pierde, y res–
tablece á los caídos; que muda el corazon de los
príncipes terrenos
y
permite que se engaiien, pa··
ra que caminen en vano fuera del sendero; has–
ta el punto de hacerlos andar á tientas como en
las tinieblas
y
no en la luz ,
y
hacerlos vacilar
como los ebrios? (4)
,
Oh, hijos mios muy amados, vosotros sabeis
que el Sefior hace todo esto
y
mucho mas; y es–
tais convencidos, como lo está vuestro Pastor, de
que, cuando le place, pierde la sabiduría de los
sábios y reprueba la prudencia de los prudentes
segun la carne (5), para que ninguna carne se
glorie en su presencia (6), porque escrito está
que el Seiior es celosísimo de su gloria (7) , y
que no la cederá
á
nadie:
gloriarn rnearn alteri non
dabo
(8).
Si
N
os hemos permitido, pues, recordaros algo
de lo que ya habíais aprendido en el regazo ma–
ternal'de la Iglesia, ha sido solamente para conso–
larnos con vosotros, que permaneceis fieles
á
sus
divinas enseiianzas,
á
pesar de los asaltos que de
continuo da el infierno al precioso tesoro de vues–
tras creencias y de la gracia divina, que llevais
(1) Profccia de Daniel, Cap. IV,
vv.
20
y
30.
(2)
Exodo, Cap. XII,
v.
29.
(3)
P salmo VII,
v. 10.
(4)
Job, Cap. XII,
vv.
23
á.
25.
(5) Fl
Epístola de San Pablo
á
los Corintios, Cap.
I.
v.
19:
(6)
Id. Cap.
I.
v.
29.
(7)
Exodo, Cap. XXXIV,
v. 14.
(8)
Isaias, Cap.
xr~n,
Y.
8.