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Un Pueblo sin Religion es un mons–
truo de cien cabezas : ·es duro y feroz en
su trato, orgulloso y envidioso, acre, alta–
nero
é
insolente, brutal
y
salvaje: tal se–
ria el Pueblo modelado segun los princi–
pios de la filosofia que, prescindiendo de
toda religion, quita al hombre el único
elemento de educacion en todas sus for–
mas. La Rellgion Católica es toda la ci–
vilizacion humana;
y
para el pueblo, una
cultura que no encubre la corrupcion y
el vicio, infunde sí el sentimiento de · res–
peto y deferencia que suplen
á
la elegan–
cia. Pero sin religion, el pueblo sería un
miserable esclavo de aquellos falsos maes–
tros, hollado por ellos y por los grandes,
los ricos y los poderosos de la tierra; y
abandonado á sí mismo, caería en la mas
repugnante y cruel barbarie por los exce–
sos del orgullo y de la soberbia,
ó
en la
servidumbre , por la exageracion de la·
obediencia y del temor.·
La educa.cion de un pueblo no pue–
de ser jamas patrimonio de la filantropía;
porque es obra propia de la alta política,
y
de una caridad ardiente
y
perfecta ,
fuente
y
origen de todas las virtudes, en
cuyo ejercicio está el verdadero progre–
s , en op0sicion con todos los sistemas