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7.
Grego·rio IX.
. Los primeros actos de este Pontífice fueron ataques vio·–
lcntos contra el Emperador Fetlerico Il
á
quien apu raba,
para que cumpliese su voto de ir
á
la tierra Santa. Embar–
cado ya, tuvo que reca lar
á
Otranto;
y
mirando G regorio
este suceso como una ficcion, d eclaró al Emperador exco–
mulgado;
á
que siguieron otras dos excomuniones. Se em–
ba rcó Federico,
y
el Papa envió dos fi·ai les franciscanos,
para prohibir
á
los cri stianos de Levante, que obedeciesen
al E mperador.
iYlientras que este hacia la g uerra
á
los
::.Vlahometanos, supo que el j efe de la reliji un cristiana inva–
día sus dominios;
y
ú
esta nueva, se apresu ró
á
terminar ]a
guerr<~,
ha ciendo un tratado con el S ultan,
y
regresó
á
Eu–
ropa. El P apa reprobó altameqte el proced er de Federico,
y
buscó auxilios para r esistirle, alJsohi endo
á
s us subd itos
del juramento de fid e lidad,
y
eseribientlo
á
los obispos, pa–
ra que en virtud de la obed iencia que le deb ían,
y
en remi–
sion el e los pecados, vini esen personalmente con un número
competente de sold ados. A l clerc;> el e Ing laterra le exijió
el
diezmo de los bienes mueb les para hacer la guerra.–
Amen¡~zó
nues tro Pontífice
á
los príncipes mulsumanes, de
que en caso de no
cot~vertirse,
sustraería ele su obed ie ncia
á
los cristianos de sus estados, lo que sirvió para irrita r
á
esos príncipes,
y
acarrt:ar lluevas persecuciones
á
los fi eles
de sus dom inios.
8.
l noceucio
]JI.
lnocé ncio 1\' acabó de perseguir al Emperador Federi–
co 1
l.
Bastant e hemos dicho en otras oca siones acerca d e
la conducta tlc este Pa pa con el desgraciado príncipe;
y
re–
pitamos ahora sumariamente con Baitwldo, que lnocencio
put-o en cntrccliclt o las ciudad es adictas a l Emperadot·; que
á
sus secuaces,
á
l o~
secuaces dellirano,
los privó de los
ca rgos públicos
y
J e tod os sus bi eneo; <¡Lte en a lgunas pro–
vincias conmutó la
cru~ad a
para la tien•a Santa en cruzada
contra Fede rico; que en presencia de los padres de Leon le
excomulgó
y
depuso, fund á nd ose
en
acusaciones absurdas
y
contradictoria s, segun la esprcsion de un monje hístoriador;
que almohió
á
los subditos del jurarnelllo de fid elid ad,
y