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mientos se hallan en los legos;
y
que el tiempo es c1e discu–
siun y de e:s:ámen. La in-teligencia
y
el saber, la persuacion
y
las maneras,
y
la dulzura
y
la franqueza, son dotes de los
hombres
de
negocios,
y
no de aquellos de quienes no es es–
te mundo. Roma y el clero no palpan estas verdades . Con
razon deciu. el Emperador de los france ses, en carta que
escribió á
Me.
Alquier, su ministro cerca de Pi o
VII,
que
Roma sufria un atraso de un periodo de mil años, cuando
de spues de la paz de Tilsit se atrevió el Papa
á
sostener,
que su autoridad se estendia sobre todos los poderes de
la
tierra; y lo haci a dirijiénclose al nuevo Alejandro, para cu–
ya ambician era nada todo el mundo conocido. Entre go–
biernos libres, que conocen los derechos de los pueblos que
les obedecen, los deberes á que están li gados, y lo que
tienen que desempeñar,
y
una córte que vive en el siglo
X,
y
que conserva tenazmente las máximas de Gregario
VII
y
de Bonifacio
VIII,
todo fué imposible: y no pudo h3.ber
concordatos.
§
3.0
Conducta de Santa-Cruz,
é
indignacion publica contra el Concordato.
Reservado estaba á
D.
Andres Santa-Cruz firmar el de–
gradante convenio, que publicaron l os periódicos de esta
capital,
y
que leimos en el núr.nero 3,708 del "C0mercio" de
21 de Noviembre del año pasado de 1851-Llenónos de
disgusto y de abatimiento la lectura de esta pieza, y causó–
nos la mayor indignacion la nota con que el novel diplo–
mático acompañó su obra,
y
la que dirijíó al Gobierno do
Bolivia. Pero el digusto público que el concordato
y
la
nota c::t.usaron en esta ciudad, el uniforme grito de indig–
nacion que contra estas piezas se levantó, y la pre.vision
y
acertadas medidas de ámbas cámaras, nos llenaron de rego–
cijo,
y
nos hicieron conocer, que el espíritu público existe,
que la nacion no esta muerta, y que la libertad conserva se–
cuaces
y
sostenedores.
§
4.0
Mociones en las cámaras.
Veintidos diputados firmaron una proposicion concebida
en e..,tos término .-" Considerando
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