Previous Page  12 / 310 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 12 / 310 Next Page
Page Background

tólico, porqu e en todas estas materias procede sin Concordato?

¿Y

cree U. que la Curia Romana que nunca cede do sus inmensas pre–

tensiones en lo eclesiástico

y

civil , quiera renunciarlas en obsequio

nuestro, por mas liberal que quiera aparecer el actual Papa?

U. no ignora lo que el Nuncio dijo al Señor Paz-Soldan en Bo–

gotá; que

el Papa no reconoce derecho alguno en los Gobiernos,

y

que la Curia tiene por máxima const.ante, que

la Silla Apostóliea

no contrae ob1igacion alguna en todo Concordato, en todo tratado,

en toda concesion, pues es siempre gracia que ella h ace,

y

puedo

r evocarla cuando quiera

En vista de esto el Perú va á privarse sin necesidad con el Con–

cordato, de una gran

part~

de las regalías de que se halla en pose–

sien, ligan dose á un pacto desigual, en que no se le impone mas

que deberes, y se le quitan derechos propios, n aturales y antiguos

Ej ercerá el P c>vtronato como una g racia, puvs la Ouria niega que los

Gobi ernos son Patrones de las I glesias que erij en,

y

del clero que

mantien en, si ella no disp ensa esa regalía.

Desde que se celebre el Con cordato, el Gobierno no podrá supri–

mir conventos sin consentimi ento del P apa: no le será lícito mino–

r ar, modifici!l.r, ó ex tinguir el fue ro en materia civil ó criminal: no

podrá extingu ir la inmensa y g ravosísima contribucion del diezmo:

no podrá impon er el clero contribuciones para el sosten del

ó1:den

y

prosperidadd del Estado,

y

en fin, se ligar á las manos para todo

aquello qu e

graciosamente

no se le haya dispe nsado en el Concorda–

to.

J~ n

una palabra: todos los actos del r égimen exterior del clero,

y quizá las opinion es que no acomoden

á

lo~

intereses de la Curia

estará n sometid os

á

la leí que impondrá el Concordato.

Sabe U. tambien cuanto empeño ti enen algunos en int.roducir

j esuitas en el Perú, particularme nte desp ues que han sido ex peli–

dos de E spaña

y

de la Améri ca Española ;

y

es do terne r gue uno

de los artículos del Concordato sea, la adm ision de esos pad res , cu–

yo instituto principal es defender y propagar las ideas ultramon–

tanas,

y

apod erarse de la juventud para hace r r etroceder al mun–

do culto

á

la ignorancia de la. edad med ia .

Ellos son los g ranaderos de la Curia Roma.n::t , los verdaderos ma–

sones en su sistema de comunidad y en sus estatutos misteri osos·

Digan lo que quieran los beatos, ellos son la gangre na de

la

socie–

dad,

y

Jos enemigos natos d e todo progreso.

L a his toria de los Concordatos, in cluso el de Santa-C ruz , os el

li–

bro en que los Gobiernos deberían instruirse de la pohtica de la

Curia: política que sabe m:ts que otnt Có rte, sacar provecho de las

circunstanc·as: política, bajo cuyo p0so hn.n sucumb ido los gober–

nantes y los pueblos.