DEL
~.11.'lTISli\10
SA(;RAJliF.l\'rü,
4~7
muniqucis los frulos de este divino Sacramento , para que yo sea
Jigna morada vuestra,
y
no pierdas tantos bienes por mi culpa.
Y NACIÓ DE SANTA .l\IARIA VIRGEN.
Yo c1·eo, Señor, que nacisteis de Ja inmaculatla siempre Vfr–
jen l\'Iaría, sin detrimento de su virjínal pureza en el Portal de Be–
len, en un establo, en el rigor del ,invierno.,
y
puesto en un pese–
bre al frío entre dos animales, para qne se entendiese que veníades
á
ser manja1· de los que habían vivido como bestias, donde fuisteis
adorado de pastores
y
·reyes,
y
donde la música del cielo os cantó
la gloriá. Yo creo tambien, Señor, que mi alma está hecha en
Delcn , que es casa de pan , pues tienen en si el pan vivo que des–
cendió del ciclo, y que es mi pecho un establo, y mi corazou
helado un pesebre de i>estias, donde Vos estais parn ser pasto de
mis potencias y sentidos, con que os adoro y 1·cverencio. Y suplico
á
la Vírgen María
y
al glorioso
~an
José, me enseñen y ayuden
á
serviros,
y
los ángeles
á
alabaros, cantándoos ahora la gala de
amante, como entonces os cantarnn la gloria del Redentor.
PADECIÓ DEBAJO DEL PODER DE PONCIO PILATO.
Yo creo, Señor,
~uc
padecisteis por mí y por todo el linaje
humano, de vuestra propia voluntad, mayorns dolores, afrentas
y
tormentos que los santos mártires padecierun, ni pudieron padccei·
NI
esta vida. Y que cuando trataban vuestros enemigos de ·beberos
la
sangr~
y
comeros
á
bocados; Vos instituisteis este divino Sacra–
mento, para quedarns entre ellos, y que os comiesen vivo con me–
recimiento,
y
os adorasen cou h.nmildatl. Yo, Scfio1· , venero vues–
tros dolores,
y
quisiera seniros estas mercedes!
¡
Oh qué amable
Esposo! ¡Oh qué sufrido Amante! ¡Oh qué sabroso manjar! ¡Oh
qué <lulce hebi<la
!
Ilacetlrrie, Sefior, cornpal1ero Je vuestra Pasion
para que lo sea de vuestra
mesa
y gloria.